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El p. Tomás Domínguez omi parte para la comunidad oblata del cielo

Es la expresión que le gustaba utilizar al Fundador de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada: "la comunidad oblata del cielo".

El p. Tomás Domínguez omi, ayer 14 de mayo, vísperas de la solemnidad de Pentecostés, a última de la tarde, partía a la comunidad oblata en la que descansan San Eugenio y tantos oblatos que han entregado su vida al servicio del evangelio.

El p. Tomás, tras 93 años de peregrinación, descansa en paz. Mañana, lunes 16 de mayo, a las 11 de la mañana tendrá lugar la Eucaristía funeral celebrada por su eterno descanso. A las 12.30 h. será enterrado en el cementerio municipal de Pozuelo de Alarcón.


El p. Tomás ha vivido la mayoría de su vida en la comunidad de Diego de León (Madrid) con una gran pastoral en el confesionario, donde pasaba largas horas, y al servicio de las parejas que quería prepararse al sacramento del matrimonio.

Comentarios

  1. Buenos dias. Conocí personalmente al padre Tomas .
    Solo tengo palabras de afecto y cariño hacia él.
    Me declaro agnóstico aunque eso realmente no tiene mucha importancia ahora. Siempre recordaré al padre Tomás por su ganas de vivir y su humildad.
    Gracias a él he tomado la determinación de intentar ser mejor persona. Que su alma descanse en paz.

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  2. Buenas tardes. Tuve la enorme suerte de conocer al padre Tomás, su humildad, cercanía, sencillez junto a esa sonrisa tan especial que siempre estaba dibujada en su rostro, hacía que fuera una persona especial. Descanse en paz su alma, siempre le recordaré.

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  3. Buenas tardes. Tuve la enorme suerte de conocer al padre Tomás, su humildad, cercanía, sencillez junto a esa sonrisa tan especial que siempre estaba dibujada en su rostro, hacía que fuera una persona especial. Descanse en paz su alma, siempre le recordaré.

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  4. Buenas noches. Hace poco me enteré de la pérdida de mi bien querido padre Dominguez. Fue capellán en el colegio de huérfanos de la Guardia Civil donde comoció una niña de nueve años. Esta niña es mi madre y mantuvo amistad con ella desde entonces, hasta el día de su fallecimiento. La última conversación que tuve con el padre, me dijo que ayudara mucho a mi madre. Desde pequeño mi familia y yo pudimos disfrutar de la presencia de este gran hombre de pequeña estatura. Pocos años despues de que el padre Domiguez me diera lmi primera comunión, perdí la fe por causas ajenas su persona. Por aquello años empecé a ver esta gran persona con otros ojos, al tiempo objetivos y con familiaridad. Y desde mi agnosticismo incomodo, puedo aseverear que el padre Dominguez era un trabajador nato, entregado a la beneficiencia y al prójimo utilizando sus libros como instrumento para darse a los demás. Bromista, respetuoso, ocurrente, solidario, amable, agradecido, le echaré de menos.

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  5. Le conocí con trece años fue mi confesor toda la vida, pequeño como persona y gigante como ser humano espero su protección desde el cielo

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