Ir al contenido principal

Primer aniversario del fallecimiento del P. Pacho

 


El tiempo vuela. ¡Parece que fue ayer y sin embargo ha pasado un año! Sí, precisamente ayer, uno de agosto, fue el primer aniversario del fallecimiento de nuestro querido Pacho. En aquel momento no pudimos hacer el merecido recuerdo en este blog de familia, por lo que aprovechamos esta señalada fecha para recordarle.


Y es que no es fácil olvidar a este leonés, nacido en Valdavida, a quien un cáncer se llevó antes de lo esperado. Con su voz ronca, quebrada, y sus afables maneras, conquistó los corazones de tantas personas que tuvieron la suerte de tratar con él.


Era de León, sí, pero pasó una vida en su luego siempre añorada Aguilar de la Frontera (Córdoba), donde se especializó en la educación de niños y jóvenes en el colegio que allí rigieron los oblatos. Algo de andaluz se le quedó prendido en el alma, y aunque con dolor tuvo que dejar su tan querida obra, se puso al servicio de otras comunidades de la Provincia: Aluche, Valladolid y Diego de León. 


Buen conversador, se jactaba de haber conocido a varias generaciones de alumnos por nombre y apellidos. Ciertamente, tenía buena memoria nuestro hermano, lo que también le llevaba a recordar a sus padres y familia con gran afecto. Muchas más cosas podrían decirse, pero como expresan bellamente unos versos de Luis García Montero, en el modo paciente y bondadoso de afrontar su enfermedad, hemos aprendido «que la vida tiene menos que ver con los principios que con la dignidad de los finales».


En la puerta del que fue su último cuarto, colgaba un cartel a la entrada en el que podía leerse: «aquí vive un ganadero». Seguro que el Buen Pastor le premia todos los años dedicados a su rebaño dándole entrada a la comunidad oblata del cielo, junto con san Eugenio y nuestros mártires de España. En una visita a Cádiz, se hizo una foto mirando al horizonte. Allí, al final, siempre encontraremos al Dios que nuestros antepasados nos transmitieron, a veces en poesía, como le gustaba hacer a él. Como homenaje póstumo, traemos a colación una de ellas, donde mostraba su fe en la Resurrección. Descansa en paz, hermano. 


No está aquí. No busques entre los muertos al que VIVE.
Sepulcro vacío, mañana luminosa, perfume expansivo, esencia de rosas.
Promesa cumplida, aleluya, alegría, Cristo es VIDA.
Ha puesto tabique a la noche, ha disipado los mares de dudas, ha tachonado de estrellas el cielo.
ES FUENTE, ES ÁRBOL, ES SEMENTERA, ES RÍO, ES PUENTE, ES ETERNA PRIMAVERA.
ES GUÍA, lucero en la mañana, sol al mediodía, cielo abierto, a la humanidad caída.
RESUCITÓ la PALABRA hecha carne, el grano, hecho espiga.
RESUCITÓ... LA MUERTE YA NO ES MUERTE, LA MUERTE SE HA HECHO VIDA.



Comentarios

  1. Hoy hablando con mi madre vecinas del barrio de Aluche de muchos años dije voy a leer el blog, y para nuestra sorpresa vemos que hace un año falleciste, no sabes el dolor tan grande que tenemos, me ayudaste mucho y cuando me dijo Susana que estabas en Diego de León y que estabas muy malito no quería que fuese verdad… Gracias por tanto! Te llevaré más aún en mi corazón! Angela

    ResponderEliminar

Publicar un comentario