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Mostrando entradas de mayo, 2022

La mitad de la vida como tarea...

  La mitad de la vida como tarea espiritual es el título de un libro de Anselm Grun que nos recuerda que, a los cuarenta años, una edad simbólica en muchos aspectos, queda aún mucha misión por realizar. A esa cifra redonda ha llegado el sacerdote oblato español más joven, quien ya se nos hace mayor: Javier Montero Infantes... Javi, para los que le conocemos y queremos. Con la alegría y la sencillez que le caracterizan, celebró en comunidad esta señalada fecha en un día muy especial para los oblatos, la fiesta de nuestro Fundador: san Eugenio de Mazenod. A él le pedimos que interceda por este hermano nuestro, por todas las cosas que le quedan por hacer en favor del Reino y por todas las personas que podrán disfrutar de una explicación del Evangelio concreta y actual, tal y como le gusta a nuestro, ya cuarentón, oblato malagueño. ¡Muchísimas felicidades!

Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

  Esta ha sido la antífona del salmo del funeral del P. Santiago Díez Fontecha, nuestro hermano fallecido en la mañana del 11 de mayo de 2022. Hombre de pocas palabras, pero cumplidor fiel del mandato de rezar el oficio litúrgico hasta en los últimos momentos de su vida, podrá alabar al Señor en la liturgia celeste de la que deseamos ya esté participando. Recordar al P. Fontecha, como era conocido generalmente, es hacer memoria de un presbítero educador, pues a la enseñanza dedicó la mayor parte de su vida pastoral, tanto en el juniorado de El Abrojo , como en el colegio de Aguilar de la Frontera (Córdoba). Apasionado de la historia y de la lectura del periódico, Fontecha amenizaba la vida comunitaria con su humor ácido con el que sabía sacar una sonrisa a los que estaban a su alrededor.  Son muchas las anécdotas con las que se le puede recordar, especialmente en sus últimos años, tanto en la comunidad de Málaga como en la de Diego de León. En esta última vivió con paciencia los achaqu

Señor, envía obreros a tu mies.

  El domingo IV de Pascua, dedicado al Buen Pastor, fue ocasión, una vez más, para pedir al Señor de un modo especial por las vocaciones. En este contexto, la Familia Oblata participó en la vigilia por las vocaciones organizada, en la diócesis de Madrid, por la  Deleju  (Delegación diocesana de juventud).  Oblatos, Oblatas y laicos unidos con un mismo sentir y un mismo deseo: que nuestro Dios nos siga bendiciendo con jóvenes deseosos de vivir el Evangelio mediante nuestro carisma. Damos gracias al Señor por este momento de oración y de comunión fraterna, pidiendo al Espíritu ser testigos fieles que con su vida inviten a los demás a seguir a Jesús en nuestro mundo.