Aprovechando la visita del P. Mario León Dorado, omi., actual Prefecto Apostólico del Sáhara, tuvimos un encuentro con él para que nos contara su experiencia después de casi diecinueve años de su vida en esta querida Misión. Él terminó su compartir con un gracias, que le devolvemos mediante algunos testimonios de lo que supusieron sus palabras para los allí presentes. Ana escribe: «El encuentro con el Padre Mario León, Prefecto Apostólico del Sáhara Occidental, es de esas cosas que te sorprenden gratamente. En mi caso, iba con buena disposición a escuchar a un misionero oblato en una misión tan especial por muchos motivos, pero salí con el ánimo esperanzado que te infunden las cosas en las que percibes la mano de Dios. También muy agradecida por la autenticidad y generosidad desde la que Mario compartió su vivencia personal, espiritual y eclesial en la misión, o, mejor dicho, su peregrinación de ya 19 años, como él mismo refirió en diversas ocasiones. Me resuenan estos días muchas
El pasado domingo, día tres de septiembre, en Rasal, una pequeña localidad oscense, se celebraba una Eucaristía especial para conmemorar el cincuenta aniversario de la Asociación Colonia Virgen de los Ríos. Para los que formamos la familia oblata, este grupo es conocido entre nosotros como Rasal, y lo asociamos a los campamentos de verano durante el mes de julio. Y, en parte, no nos falta razón, pues la idea original de la que todo surge, allá por los años setenta del siglo pasado, es la de transmitir el Evangelio mediante las actividades lúdicas del verano. No ha resultado un camino fácil ni exento de dificultades, como la prematura muerte de su iniciador, Mosén Lázaro, como allí le conocían, modo de nombrar a los sacerdotes por aquellos Lares. Sin embargo, la sinodalidad, tan en boga en nuestros días, unida a la gracia del Señor, que nos invitaba como a Pedro a pensar como Dios y no como los hombres, hicieron el resto. Esos insondables caminos del Señor son los que llevaron un día