Aunque pueda resultar engañoso, es cierto el título de nuestra noticia. Ciertamente, el P. Aladino no nació en los años 90, pero si no le delatara la foto de la tarta, no sabríamos las primaveras que le cayeron el pasado 18 de septiembre. Como se ve, este misionero se conserva muy bien. El secreto se esconde en el bolsillo de su camisa, donde lleva una tabla de la OMS en la cual se es joven casi hasta los ochenta y él se lo ha tomado a rajatabla. Gracias hermano por tu vida entregada y el buen humor con el que llevas el paso del tiempo. ¡Qué cumplas muchos más!