Un 27 de marzo de 1807, un joven llamado Eugenio de Mazenod, tuvo una experiencia fundamental que cambió su vida. Se encontraba un tanto perdido en su vida, a la que no veía sentido. Con su familia separada a causa de la Revolución, con el mundo que había conocido superado por una nueva forma de ver la realidad, con ciertas ambiciones vanidosas que no terminaban de llenar su juvenil corazón, aquel viernes santo se encuentra con un grupo de cristianos a los que pregunta dónde se dirigían. Tan olvidada tenía su vida de fe. Aquellos cristianos anónimos, sorprendidos, le dicen que van a adorar la cruz del Señor, que entregó su vida en ese día. Y allí se dirige Eugenio, sin saber que va a ser su experiencia fundante, el momento que va a cambiar su vida para siempre. Pues bien, en este 2021 el 27 de marzo ha caído en sábado, previo al domingo de Ramos. Y los jóvenes oblatos hemos aprovechado para rememorar aquel significativo momento e intentar revivir esa hermosa experiencia para hacerla nu