Ayer, día dos de febrero, día en que la Iglesia celebra la jornada de la Vida Consagrada, nuestro querido P. Fortunato Alonso cumplía 96 años. De este modo, continúa siendo el Decano de nuestra Provincia Mediterránea, dándonos un ejemplo de fidelidad al Señor. Esto ha sido siempre la seña de su vida, pues si algo podemos resaltar de nuestro hermano es su sentido de la obediencia religiosa, escuchando siempre al Señor a través de la voz de sus superiores, aunque éstos le solicitaran tareas nada gratas para él. Ha desempeñado toda clase de tareas a lo largo de su vida oblata, desde la formación hasta la labor de Provincial. Sin embargo, si por algo ha destacado siempre, es por su celo misionero, especialmente mediante la predicación, y por su cercanía a los más sencillos y necesitados, por lo que se ha ganado el cariño de la gente, especialmente en Málaga, donde reside en la actualidad. Gracias querido Fortunato, y como solemos decir entre nosotros: ¡sigan los nuestros estos ejemplos!