Nuestras Constituciones y Reglas nos recuerdan que «Dios sigue actuando en el mundo y su Palabra, fuente de vida, transforma a la humanidad para hacer de ella su Pueblo. Los Oblatos, instrumentos de la Palabra, deben permanecer abiertos y flexibles; deben aprender a hacer frente a nuevas necesidades y a buscar soluciones a nuevos problemas».
Para ayudarnos a vivir este propósito, los oblatos menores de 45 años se han juntado en nuestra casa de Florencia durante una semana. Juntos, en un ambiente de fraternidad, estudio y oración, han reflexionado sobre la acción de Dios en sus vidas y sobre su labor pastoral.
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