El título de la entrada, que parafrasea a la beata Madre Teresa de Calcuta, trata de resumir lo que ha vivido una de las jóvenes que, hasta el día de ayer, formaba parte del camino de la pastoral juvenil oblata en España.
Y es que Marisa Macicior, que participaba y animaba los grupos juveniles oblatos de Pozuelo, ha comenzado un nuevo camino. Se trata del camino de Clarisas en el monasterio de clausura de Monzón (Huesca).
Así pasan las "cosas de Dios": siguiendo la llamada del carisma de San Eugenio de Mazenod, con los oblatos, Marisa ha escuchado otra llamada y ha comenzado a responderla.
Ayer, 22 de febrero, realizaba su entraba en el convento tras un tiempo intenso de discernimiento. En una celebración eucarística, presidida por el obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón Mons. Ángel Javier Pérez Pueyo, Marisa tomaba el hábito de prenovicia y entraba, por primera vez, en clausura. Lo hacía acompañada de su familia más cercana y de algunos miembros de su grupo de Jóvenes Oblatos Talita Kum.
Los testimonios de su familia y de sus compañeros de grupo son unánimes: una alegría espiritual profunda, acompañada de un conmovedor sentimiento de asombro por el fuerte paso de una vida activa a una vida contemplativa de clausura.
Desde Nosotros OMI damos gracias a Dios por este fuerte signo vocacional, en el año de las vocaciones oblatas, y nos unimos a las oraciones por Marisa, su familia, su nueva familia clarisa y sus amigos, a los que, sin ninguna duda, el día de ayer les cambió la vida.
Unido en esta aventura de Divina
ResponderEliminarEsta noticia me ha llenado de alegría!!!!! Claro que si valiente. Entregar la vida a Cristo es la mejor opción. Unidas en la oración.
ResponderEliminarMe llena de alegría. Fidelidad por siempre al Señor.
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