Como cada 25 de enero la Familia Oblata celebra, unida a la Conversión de San Pablo, el inicio de la vida comunitaria de Eugenio de Mazenod y sus primeros compañeros.
En esta fiesta se entrelazan de modo entrañable la conversión, la comunidad y la misión, pilares del carisma oblato.
Además, este año la Fiesta tiene la particularidad de ser la conclusión del Año de la Vocaciones Oblatas. Muchas han sido las iniciativas que se han vivido en la Congregación por todo el mundo para poner el foco en la dimensión vocacional de la vida y misión oblata. Muchos momentos de oración, reflexión y apostolado vocacional.
A la acción de gracias por la Conversión de San Pablo y por el inicio de la vida comunitaria oblata, damos gracias a Dios por este Año de las Vocaciones Oblatas; pedimos, al mismo tiempo, por el fruto que tantas gracias recibidas deben dar en tantos y tantos corazones.
Para ello, damos la palabra al p. Louis Lougen omi, Superior General, que ha escrito una carta para este señalado día.
Comentarios
Publicar un comentario