Caminando en esperanza

 

Este es el lema del día de la vida consagrada celebrado este dos de febrero, fiesta de la presentación del Señor en el templo, en el que los obispos de España nos recuerdan que es «un día especial para pararse a valorar y agradecer el don de la vida consagrada tal y como el Espíritu la va suscitando en la Iglesia de cada tiempo».

Por eso parece un día oportuno para recordar e incluso, conocer, a nuestros dos religiosos más jóvenes: los postnovicios venezolanos Berner y Maro, quienes están realizando su formación en Paraguay. Y es que, durante su primera misa en comunidad, el misacantano P. Jeikov nos recordó que ambos, junto con otros aspirantes con inquietud vocacional, son signos de esperanza para nuestra Congregación y nuestro mundo.

Ambos renovaron sus votos temporales el pasado 19 de enero, en la Eucaristía celebrada en la parroquia de la Purísima (Palogordo) justo después de la vigilia de oración por la ordenación. En dicha vigilia dieron testimonio de lo vivido durante los dos años de seminario en tierras paraguayas.

Maro compartió sus miedos ante el aprendizaje de nuevos idiomas, como el portugués durante su noviciado en Brasil, y cómo había aprendido de la sencillez de la gente, especialmente durante una misión en la que, en un idioma diferente al suyo, les explicó la Palabra de Dios.

Por su parte, Berner abría su corazón para recordar algunas experiencias con pueblos indígenas del Paraguay, con una concepción del tiempo totalmente diferente a la nuestra, lo que le había ayudado a ser consciente del valor de vivir de un modo más sereno la realidad.

Ambos recibieron el abrazo del P. Jose Manuel Cicuéndez, ante quien hicieron su renovación. En ese abrazo va incluido el nuestro, el de todos los que formamos la Provincia Mediterránea y les acompañamos con nuestro cariño y oración, deseando que el Espíritu les siga iluminando en estos años de formación y puedan ser, algunos día no muy lejano, ministros de la misericordia y la esperanza.