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CAMINANDO CON LOS CRUCIFICADOS DE NUESTRA HISTORIA



La Congregación de Jesús, religiosas fundadas por Mary Ward, se unieron a las jornadas JOMI. Los jóvenes que hacen esta experiencia con nostros están participando todos los días en nuestro programa. Y ayer nos prepararon un Via Crucis para concluir nuestra jornada. Creo que para los jóvenes fue un momento intenso y significativo. Al menos para mí sí lo fue. Lograron hacer memoria del camino de Jesús al Calvario y a la vez actualizar este misterio que sigue ocurriendo. La oración, el canto y las representaciones con mimo, acompañaban el relato leído del Evangelio así como las reflexiones en las que aparecían “los crucificados de nuestros días”, las víctimas de tantas cosas: hambre, violencia, abusos, injusticia, degradación de la tierra, falta de esperanza, los atentados contra la vida… La verdad es que consiguieron, de una forma muy bella, cuestionar nuestras vidas: ¿nos hacemos cargo de los que sufren como lo hizo Jesús al abrazar la cruz? Al final recibimos con alegría y cantos el anuncio de la resurrección de Jesús. La superiora general de la congregación nos envió un mensaje grabado en video en el que nos animaba a abrazar esta misión.

La mañana de hoy, así como el programa de casi todo este día, se destina a participar en el programa diocesano con los otros grupos de jóvenes que se preparan para las JMJ en Río de Janeiro. Nosotros comenzamos visitando la ciudad. Impresionante el paso por la pasarela que lleva de la neuva basílica a la antigua. En la foto podéis ver el espectáculo de nuestros jóvenes colapsando la pasarela. Lo que no podéis es escuchar sus cantos: Opa, opa e… cuando salimos a la calle, la gente nos preguntan, ¿quiénes son ustedes?, y nosotros respondemos, somos misioneros (otras veces somos los oblatos), amamos a la Iglesia (a Jesucristo…) Opa… etc. En la basílica antigua representaron un drama sobre el origen de Nuestra Señora de Aparecida. Seguro que ya lo sabéis, y no quiero ahorrar esfuerzo a los más perezosos así que no os lo cuento. Sólo decir el aroma popular del drama representado y lo cerca que está el sentimiento del pueblo con Nuestra Señora de Aparecida. Más adelante, el obispo auxiliar de la Diócesis nos hizo una bella explicación de la imagen de María y su papel en la historia. Al final, recibimos la bendición antes de continuar visitando los otros lugares del barrio.
 Apenas almorzamos y ya salimos para seguir participando del programa de esta tarde que no era otro que el ecnuentro con los otros grupos, un festival larguísimo de música que no todos aguantamos por el cansancio acumulado y la celebración de la Eucaristía de nuevo con el Cardenal de Aparecida y los obispos y jóvenes que participaron de la semana misionera previa ala JMJ en esta Diócesis. Ya por la noche la guinda del pastel: la primicia de la película que los oblatos de Brasil han patrocinado sobre la vida de Eugenio de Mazenod. Se llama “Memorias del corazón”. Una copia fue repartida al representante de cada país preparada para poner los subtítulos en la lengua correspondiente. Como hemos acabado muy tarde, aquí cierro la crónica y me voy a dormir, que mañana nos toca otro intenso día. Chicho, omi

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