Navidad con San Eugenio de Mazenod: 28 diciembre

Siendo el domingo de la Sagrada Familia, es bueno recordar cómo Eugenio contemplaba este particular misterio de la Encarnación. Él medita a raíz de recordar su visita a la casa de Loreto, que según la tradición es la misma casa de Nazaret, pensando cómo María preparaba los alimentos de la Sagrada Familia.


La Santa Casa  está situada en medio de la Iglesia. Por dentro, está tal como fue trasladada por los ángeles; se ven los muros de ladrillo en tres lados; el fondo, detrás del altar, donde se ha formado una especie de pequeño santuario, está recubierto por completo de láminas antiguas – eran de plata y ahora ¡ay! creo que son de latón muy brillante. Ahí se encuentra el fogón en que la Madre de Dios preparaba la modesta comida de la Sagrada Familia. La Santa Casa está encajada como en un forro de mármol, es decir, la parte exterior que se ve desde la Iglesia está completamente incrustada de mármol y estatuas de profetas y sibilas, y de bajorrelieves representando varios episodios de la vida de la Santísima Virgen, como la presentación en el templo, etc.

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