El viernes pasado algunos de los Jóvenes Oblatos, jóvenes y adolescentes que viven cerca del carisma oblato, tomaron una bella iniciativa.
La Comunidad de San Egidio mantiene un programa de voluntariado en las calles de Madrid para repartir comida a personas sin techo y transeúntes. La Comunidad da oportunidad a aquellos que quieran de compartir una tarde de dicho programa. Juan, uno de estos jóvenes, cuenta cómo fue esa tarde-noche.
Llegamos al punto de encuentro determinado y, los que somos nuevos, recibimos una pequeña formación sobre el porqué y el cómo buscar a estas personas y compartir con ellas el bocadillo o el dulce que llevamos. Tenemos media hora de oración para preparar la experiencia. Y nos distribuimos acompañados por los voluntarios que todos los miércoles y viernes hacen esto de manera fija.
Nosotros nos encontramos en el Parque de San Francisco el Gande con un grupo de hombres adultos que viven en tiendas de campaña. Recibieron con ganas el bocadillo y los dulces. Y se preocuparon cuando les comentamos que había previsión de lluvia para el fin de semana: miramos la tienda y nos imaginamos su precaria situación en caso de lluvia.
Ésta fue una iniciativa espontánea de este grupo de jóvenes, fruto de un momento de generosidad del corazón; pero fue posible gracias al misión sostenida y constante de la Comunidad de San Egidio. Un bello encuentro entre jóvenes, carismas y personas en situación de abandono.
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