13 de mayo: nostalgia y deseos de renovación
El 13 de mayo, día mundialmente significativo por la Virgen de Fátima, es también del día de San Pedro Regalado, santo franciscano patrono de Valladolid.
Los oblatos en España están unidos a este santo de manera particular ya que, por muchos años, han crecido en la vida oblata en la tierra donde vivió Pedro Regalado. El juniorado y noviciado del Abrojo (Laguna de Duero, Valladolid) unió a los oblatos con San Pedro Regalado.
Última casa de noviciado oblato en España.
Por eso ayer, como parte de una larga tradición, los oblatos estuvieron presentes en la celebración del santo, en la capilla a orillas del río Duero. Día de reencuentros y recuerdos de los años entre los que viven aún allí (la familia Santos Mongil, que sigue cuidando la capilla, y los vecinos de Laguna y los alrededores), los que pasaron una parte importante de su vida en esas tierras (los miembros de AMYCO y otros amigos de los oblatos) y los que, sin ser de los unos o los otros, han recibido la tradición de este 13 de mayo como día de San Pedro Regalado.
AMYCOs, oblatos y amigos
La ocasión es siempre motivo de nostalgia, de preguntar por qué no van más los oblatos por ahí, de lamentarse por el estado del viejo convento... pero también es motivo para esperar que el próximo año vengan más oblatos, para que se encuentren soluciones y salidas para el patrimonio físico y espiritual del Abrojo, para que las jóvenes generaciones se contagien de lo más genuino del espíritu cristiano y misionero tan característico.
Así se celebró la Eucaristía en honor a San Pedro Regalado, entre la nostalgia y el deseo de renovación. Que el santo que vivió en el Abrojo interceda por esta intención.
Agustín, el cuidador del Abrojo, mantiene los alrededores
preparados para acoger a oblatos y a los amigos de los oblatos.
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