En nuestra comunidad oblata de Catia la Mar hemos tenido dos domingos seguidos muy ajetreados:
El primero, el Domingo de Resurrección, ya que siguiendo una tradición de nuestra parroquia se celebra una misa junto al mar en la tarde. Al final de la misa se bendice el mar con el santísimo,. Desde hace dos años el obispo preside esta misa. Claro que este año han sido dos obispos, al contar con la presencia de Mons. Ramiro. La otra novedad es que esta Eucaristía ha dejado de ser meramente parroquial, y ya desde este año es una actividad de la zona pastoral que aglutina a 10 parroquias. Es una misa multitudinaria, mucha gente viene para bendecir el agua para sus casas. Y es un lugar muy hermoso junto al mar mientras se pone el sol. Calculamos que hubo cerca de 1.500 personas.
Con estas celebraciones, manifestamos como católicos nuestra fe en la calle, en una zona donde crece cada vez más la santería, así se llama a los cultos afrocubanos, y los cristianos pentecostales. Es también una forma de estrechar lazos entre los laicos y los sacerdotes de las parroquia de nuestra Zona pastoral, la más grande de la Diócesis de la Guaira.
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