El mes de febrero es muy importante para nuestra congregación. El día 17 del mismo recordamos con agradecimiento la aprobación de nuestras Constituciones y Reglas por el Papa León XII. A partir de ese momento recibimos el nombre que nos identifica en la Iglesia universal, Misioneros Oblatos de María Inmaculada.
Por eso, en la oración vocacional de este mes, pedimos por todos aquellos jóvenes que puedan sentir una llamada a esta vocación específica, para poder aportar en nuestro mundo el granito de arena que nos toca en la construcción del Reino.
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