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Su Señor le dijo: «¡Bien, siervo bueno y fiel!»

 


La pasada madrugada del cinco de julio de 2022 nos ha sorprendido el repentino fallecimiento de nuestro querido hermano Paco Cabello, como era conocido por todos nosotros en la familia oblata que él tanto quería y por la que tanto trabajó en los últimos años.


Hombre bueno, prudente, servicial, gran conversador y apasionado de su amada Montilla con su Gran Capitán, su san Juan de Ávila y su san Francisco Solano, nombre que él mismo llevaba con orgullo y cariño. De éste último, en su inagotable inquietud investigadora, descubrió unas reliquias en La Puebla de Castro (Aragón). 


Buen esposo y padre de familia, Paco siempre encontraba tiempo para entregarse a los más necesitados de la parroquia de la Esperanza y san Eugenio de Mazenod (Málaga), especialmente a los enfermos, a quienes dedicó largos ratos de visita y charla animosa.


Y, por supuesto, regalaba a todos los feligreses hermosas representaciones del nacimiento de Jesús, poniendo al servicio de la comunidad su talento como belenista (llegó a fundar una asociación en Montilla con este fin). Sus dioramas nos ayudaban a rezar y a vivir este tierno misterio de nuestra fe. Labrados en corcho con la paciencia del artesano, cada año, desde octubre, preparaba con esmero uno nuevo en el garaje de la parroquia que entonces hasta Navidad se convertía en su taller.


¡Gracias por todo Paco! Siempre fuiste un hermano y un constructor de comunidad, de lo que da cuenta tu participación en la fundación de la AMMI malagueña y tu papel como representante de la familia oblata de Málaga durante varios años.

Economista de formación, solía encargarse contar las colectas y recaudar el dinero para encuentros y proyectos. Siempre bromeaba diciendo que en todos los grupos le pedían lo mismo. Y no es de extrañar, pues su diligencia y honestidad era conocida por todos. Hoy nos toca leer su muerte desde la fe y parece que le viene como anillo al dedo la parábola que nos narra aquel otro recaudador de impuestos que lo dejó todo por Jesús. Nos referimos al capítulo 25 del Evangelio de san Mateo, donde el Señor va diciendo a los buenos empleados: «¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra al banquete de tu Señor». 

Querido hermano, esperamos que hayas escuchado ya esta hermosa frase, para que disfrutes de ese banquete junto con tus santos montillanos y san Eugenio de Mazenod, a quien tanto querías. Estamos seguros de que nuestro buen Dios te servirá allí un buen Montilla-Moriles, como te corresponde y mereces por todo el bien que has realizado.



  









Comentarios

  1. Pude conocerle en una misión en Villa Nueva de la Reina, junto con Santiago y otros. Qué el Señor le done la paz que él entregó en sus labores

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  2. Todavía no doy crédito
    Pienso q es d las personas q tienen la suerte d ir cogidito d la mano d M.Auxiliadira hacia el Padre, directamente

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  3. Lo echaremos de menos. Era un encanto de hombre, muy buenazo y enttañable. Se ha ido, pero desde arriba, sigue cuidando de su parroquia y de los suyos

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  4. Paco buena persona amigo de miarido Santiagp que se acordo de el para despedir se ahora en el cielo preparar alguna mision llevavando el nombre de

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  5. Misioneros Oblatos que tanto queriais D E P Paco

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  6. En la administración del Obispado tenemos un entrañable recuerdo de Paco. Siempre atento a todas las formaciones que se impartían en economía, humilde y trabajador. Un trato amable y de agradecimiento hacia nuestro trabajo. Cuando ayer el padre Ismael nos lo comentó me emocioné, y espero que en el cielo interceda para que el Espíritu Santo nos ilumine en nuestro trabajo y nuestra vida. Un abrazo muy fuerte para su familia, y la parroquia.

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