El P. Guillermo Steckling habla en www.jovenesoblatos.com.ar
Tomado de www.jovenesoblatos.com.ar
Padre Guillermo Steckling que nos diga hoy lo que vio y escuchó en la audiencia del Papa. Muchas gracias P. Guillermo por esta y por las muchas colaboraciones que ha hecho con nosotros y sobre todo por apoyar el ministerio de la misión con jóvenes durante su mandato como General de los oblatos:
De lo que el Papa dijo, una cosa me tocó especialmente. Continuando con una serie de catequesis sobre grandes mujeres cristianas, Benedicto XVI nos habló de Santa Gertrudis la Grande, una mística alemana del siglo XII. Gertrudis, nos explicaba, era una monja como todas las otras, aunque de muchos estudios, hasta la edad de 25 años. Fue en este momento de su vida que experimentó una profunda conversión por un encuentro con Cristo. Su vida cambió mucho: Se alimentaba más intensamente de la Palabra de Dios, sentía la presencia de Dios en su vida, vivía en una gran libertad interior, etc. No creo que el Papa haya sabido de nuestro tema oblato del Capítulo, la conversión, pero creo que aquí la Providencia de Dios nos ha dejado un mensaje: aún cuando ya hemos dedicado nuestra vida a Dios, una conversión puede todavía hacer una gran diferencia. ¡Pidamos esta gracia!”
Padre Guillermo Steckling que nos diga hoy lo que vio y escuchó en la audiencia del Papa. Muchas gracias P. Guillermo por esta y por las muchas colaboraciones que ha hecho con nosotros y sobre todo por apoyar el ministerio de la misión con jóvenes durante su mandato como General de los oblatos:
“Hoy el Capítulo General encontró a Su Santidad, el Papa Benedicto XVI, en ocasión de la audiencia general de cada miércoles. Estuvo presente también otro Capítulo General, el de las Hermanas Terciarias Franciscanas que conocemos de Guatemala y Brasil. Hubo mucha gente en la Plaza de San Pedro, hubo cardenales, obispos, religiosos, y así sentirnos al unísono con la Iglesia universal reunida alrededor del sucesor de San Pedro. El Papa recorrió la plaza en su papamóvil, protegido de un gran sombrero rojo, bonito símbolo de su oficio de pastor. Hacía un tiempo espléndido, de mucho sol y un poco de aire fresco de tanto en tanto.
De lo que el Papa dijo, una cosa me tocó especialmente. Continuando con una serie de catequesis sobre grandes mujeres cristianas, Benedicto XVI nos habló de Santa Gertrudis la Grande, una mística alemana del siglo XII. Gertrudis, nos explicaba, era una monja como todas las otras, aunque de muchos estudios, hasta la edad de 25 años. Fue en este momento de su vida que experimentó una profunda conversión por un encuentro con Cristo. Su vida cambió mucho: Se alimentaba más intensamente de la Palabra de Dios, sentía la presencia de Dios en su vida, vivía en una gran libertad interior, etc. No creo que el Papa haya sabido de nuestro tema oblato del Capítulo, la conversión, pero creo que aquí la Providencia de Dios nos ha dejado un mensaje: aún cuando ya hemos dedicado nuestra vida a Dios, una conversión puede todavía hacer una gran diferencia. ¡Pidamos esta gracia!”
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