Votos perpetuos en Colombia
Después de varios años de
preparación y de caminar de la mano de Dios y de San Eugenio nuestro fundador,
se llegó el momento de formar parte de la comunidad Misioneros Oblatos de María
Inmaculada de una forma más oficial. (Aclaro que desde el primer día que entre
me he sentido Oblato y además, he tratado siempre de hacer vida los compromisos
que trae el acepar libremente este estilo de vida). Para mí es una dicha y
alegría el poder formar parte de los hijos de San Eugenio, los cuales somos
cooperadores de Cristo en la construcción del Reino que ya está presente entre nosotros.
Todos los Oblatos que se
encuentran en la costa Atlántica de Colombia pudieron asistir y además el Padre
Hugo Santana que vino en representación de los Oblatos que viven en Bogotá. De igual
forma me sentí feliz de que mi hermano menor (Víctor Julio) hubiera venido a
acompañarme. En cuanto a la presencia de los laicos amigos, fueron pocos los
que asistieron dadas las circunstancias en relación a la fecha, pero bueno, se
puedo recibir bien a los que asistieron y fue bonito, porque hubo comunicación
más cercana entre los presentes. Doy gracias a Dios por traerme a esta vida
Misionera, por fijar sus ojos en alguien tan insignificante como yo, porque
como dijo el apóstol Pablo: “Dios escogió lo débil del mundo para avergonzar a
los sabios”.
Comentarios
Publicar un comentario