Para rezar...
Oración por la Unidad de los Cristianos |
Unir la vida con Dios
Hemos empezado este nuevo año, con ilusión y a lo mejor también con algún propósito para nuestra vida. A menudo nos proponemos algo y luego cuesta un montón de hacerlo realidad. Igual puede pasar con nuestra vida cristiana, sabemos que Dios está en nuestra vida y queremos vivir para Él, pero a la hora de la verdad, se nos olvida fácilmente. Y nos quejamos a veces: ¿Por qué esto tiene que pasarme a mí? o ¿Qué tiene Dios que ver con esto?
Es importante conectar toda la vida con Dios y hacerme consciente que él conoce cada paso que hago y quiere que sea feliz. Pero sólo seré feliz, si aprendo a vivir no sólo para mí, sino para lo que Dios quiere. Eso se llama unidad de vida y sólo así podemos ser verdaderos testigos de Jesucristo, comprometidos con lo que creemos y hacemos. En nuestras Constituciones y Reglas se expresa así: “Realizamos la unidad de vida sólo en Jesucristo y por Él. Estamos comprometidas en tareas apostólicas muy variadas y, al mismo tiempo, cada acto de nuestra vida es ocasión de un encuentro con Cristo que por nosotras se da a los otros, y por los otros, a nosotras.”
Por eso te proponemos una pequeña oración, si la haces frecuentemente te podrá cambiar la vida… La puedes rezar todos los días, por ejemplo por la noche, tomate 10 minutos en un lugar tranquilo, también puedes encender una vela o tener una cruz delante:
1. Ponte en la presencia de Dios. Sabes que está aquí, donde tú estás y se alegra que tomas el tiempo para Él.
2. Pídele su Espíritu Santo, para que te dé luz y puedas ver todo con Sus ojos este día/ lo que te ha pasado. Confía que Él te quiere de verdad y sabe muy bien lo que te pasa. 3. Da Gracias a Dios por todo lo bueno que encuentras en este día. También por los detalles, a lo mejor por una sonrisa inesperada o algo que tú mismo has podido realizar… Todo esto Dios te lo ha regalado y es una maravilla poder reconocerlo. Seguro que te van a venir también situaciones no tan buenas, conflictos,… ¿También hay algo que puedas ver de positivo en ello? Si no, déjalo de momento y no te concentres en eso. El mayor tiempo de esa oración aprovéchala para agradecer. 4. Puede ser que también tuviste una experiencia hoy que destaca y te hace pensar mucho o te hace sentir mal. ¿Cuál ha sido tu actitud en lo que te pasó? ¿Encuentras algo que no ha sido conforme al evangelio, no ha sido bueno en tu actuar? Revísalo. Si encuentras algo, pide perdón al Señor. 5. De lo que has visto en el paso anterior, ¿qué te gustaría cambiar en tu actuar? Proponte algo (¡concreto!) para mañana/otra situación. Al día siguiente lo podrás revisar de nuevo y ver cómo también Dios te ha ayudado a hacerlo realidad. 6. Termina con una oración, como el Padrenuestro o una oración a María, como por ejemplo:
Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios
No deseches las suplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, Antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. (Oración, que gustó también a San Eugenio de Mazenod)
Te puede ayudar también, si escribes después lo más importante de la oración en un librito. Así verás un desarrollo y los pasos que Dios da contigo.
http://www.oblatas.org/index.
Misioneras Oblatas de María Inmaculada OMI
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Está fenomenal Marimar. Se agradece mucho la ayuda a la oración.
ResponderEliminarRaquel