Ayer, día diez de septiembre, cumplió años nuestro querido hermano Nicolás. Es el día de sus santo, San Nicolás de Tolentino, protector de las almas del purgatorio.
Con su habitual simpatía, nos deseo a todos una vida larga como la suya pero sin arrugas, aunque a decir verdad, el luce pocas. Damos gracias al Señor por estos 95 años de vida entregada, convirtiéndose en uno de los hermanos vivos más longevos de nuestra Congregación.
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