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Historias misioneras en tiempos de pandemia (IV)


Junto a los jóvenes Dios nos anima a la esperanza.

“Confío en la capacidad de los mismos jóvenes, que saben encontrar los caminos atractivos para convocar” (C.V.210)

El documento preparativo para el sínodo, la carta “Cristo vive” más algunos puntos del carisma sobre el trabajo con los jóvenes fueron los materiales que  nos permitieron ir trabajando en una pastoral juvenil oblata de Conjunto. Después de este trienio, son notables los frutos de crecimiento humano y cristiano, con un compromiso más arraigado en Cristo y para la misión en muchos jóvenes que comparten con alegría nuestra espiritualidad misionera.

Desde el año  2018 al 2021  la propuesta para animar el trabajo de la pastoral juvenil  con algunos criterios y puntos de encuentro entre los distintos grupos nos permitió una pastoral no tanto de eventos sino de procesos que generen compromiso. El congreso de jóvenes y la misión en Córdoba, fue resultado de ese proceso de visitas, reuniones, momentos de oración y breves misiones en cada provincia. 

“Cualquier plan de pastoral juvenil debe incorporar claramente medios y recursos variados para ayudar a los jóvenes a crecer en la fraternidad, a vivir como hermanos, a ayudarse mutuamente, a crear comunidad, a servir a los demás, a estar cerca de los pobres”. (C.V.215)

Todo esto con el fin de:

  1. Retomar el contacto con el Carisma y vida San Eugenio.
  2. Fortalecer el trabajo de cada comunidad.
  3. Insistir en el compromiso permanente de la vivencia de la fe en las comunidades. Arraigados en un vínculo entre vida de fe y misión. 

Los congresos y las misiones nos unieron para reflexionar:

  • 2019 “Caminó Junto a ellos” – Documento preparatorio para el sínodo de los jóvenes.
  • 2020 “Christus Vivit” - “Bautizados y enviados”
  • 2021 “Christus Vivit” Búsqueda de nuevos horizontes para los congresos y misiones de los próximos tres años.

Este año esperábamos  concluir la misión que veníamos realizando en el norte cordobés pero por motivo de la pandemia y de los altos costos para viajes se nos hacía casi imposible. 

Cuando hay disposición y entusiasmo por la misión es posible lo que ya nos desafiaba San Eugenio: "intentarlo todo", en tiempos difíciles, la fe, nos lleva a la audacia misionera, porque tenemos la certeza que es el Espíritu Santo el que nos mueve para salir del encierro y seguir anunciando con alegría a Cristo Salvador. Convencidos  que somos parte de un carisma para las misiones difíciles, en el mes de diciembre pasado, se lanzó la convocatoria para la reunión de coordinadores de grupos, asumiendo el desafío de hacerla presencial y pensar la proyección Pastoral para los próximos tres años.

Desde el 13 al 15 de febrero, en la Parroquia de La Candelaria, Córdoba, vivimos una experiencia de reencuentro, con mucha alegría y comunión, y con la presencia de las cuatro provincias donde actualmente estamos los oblatos en el sector de Argentina. (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza) días de reflexión en torno a “Christus Vivit” y de elección por parte de los mismos coordinadores, del nuevo horizonte misionero.

Entre las distintas propuestas que teníamos, después de un día de evaluar posibilidades, de rezar y pedir la luz del Espíritu, en torno a la adoración eucarística, se eligió la provincia de Salta en el norte argentino. 

Junto a los jóvenes Dios nos anima a la esperanza, nos hacen revivir nuestros orígenes vocacionales. Nosotros Oblatos, ¿No teníamos ese idealismo o sueño en la juventud de ir a tierras lejanas, a los más abandonados? Junto a ellos, el Señor reaviva aquel “primer amor” y renueva el compromiso de fidelidad al carisma y la misión. “La caridad lo abarca todo, ante necesidades nuevas ella inventa, cuando hace falta, medios nuevos” (S. Eugenio). Ellos nos desafían a ir más allá y a renovarnos constantemente para extender el Reino de Dios.

Al finalizar el encuentro recordamos que: “Ya estamos en misión” ¿Te sumas? El compromiso de los jóvenes nos anima a seguir con la confianza puesta en el Señor que nos pone en camino hacia los más abandonados. 

P. Luis Luján omi

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