Estimados Hermanos y amigos:
En nombre de la Provincia Argentina-Chile de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, les saludo fraternalmente, a la vez deseo agradecer sinceramente por tanta muestras de cariño que nos hicieron llegar ante la partida de nuestro hermano, P. Ángel Fernández G., vicario parroquial de la Capilla Santísimo Sacramento.
Desde el momento en que P. Ángel fue internado en el hospital y durante todo el tiempo de su
permanencia, nos hemos sentido muy acompañados y alentados por todas las muestras de afecto y
cercanía de todas las personas que compartieron tantas experiencias de vida con él
Gracias por su apoyo incondicional que nos brindaron a través de diversas maneras y, una de ella ha
sido la oración; la oración personal y la oración comunitaria. Ha sido muy alentador escuchar desde
el corazón de la celebración eucarística una voz que se alzaba por nuestro hermano Ángel y que nos
dijeran “estamos rezando por P. Ángel y por los oblatos”. Gracias por acompañarnos en la hora de
visitas en el hospital. Gracias por sus llamadas y los mensajes de textos, por los innumerables correos
electrónicos preguntando por el estado de salud de nuestro hermano. Gracias por su preocupación, eso habla de la elevada calidad humana que poseen cada uno de uds.
Quisiera agradecer de manera muy especial, el habernos acompañado en familia y en comunidad a
despedir sus restos mortales. Esto nos ha dado la fuerza que nos ayuda a mantenernos en la certeza de
la fe que nos da Cristo, en la esperanza de la resurrección para todos aquellos que amamos y servimos a Dios, especialmente en nuestra entrega hacia los más pobres y desvalidos, hacia donde P. Ángel dirigía toda su vida. Amar a Dios y al prójimo.
Todo lo que hemos vivido con este acontecimiento ha sido una experiencia de Familia. Con las
palabras de San Pablo que se dirigía a la comunidad de Corinto, decimos: “Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él. Si un miembro recibe honores, todos los miembros comparten su alegría" (1Cor 12,26).
Finalmente termino con los sentimientos expresado por la Comunidad del Santísimo Sacramento hacia su pastor: “Él…( P. Ángel) es nuestro sacerdote, guía, amigo y hermano, quien ha entregado una vida de servicio a los más débiles, a los más pobres, mediante la defensa de sus derechos, con respeto, tolerancia, pero por sobre todo, con acogida fraterna, como hermano en Cristo Jesús, valores que han acompañado su trabajo con nuestra comunidad....” Creo que estas palabras expresan con claridad la experiencia que le tocó vivir a quien conoció y compartió con P. Ángel durante los 36 años en Chile, años que estuvo entre nosotros.
Fraternalmente en Cristo y María Inmaculada
Antofagasta, 27 de noviembre de 2011
P. Wladimir Rojas, OMI
En nombre de la Provincia Argentina-Chile de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, les saludo fraternalmente, a la vez deseo agradecer sinceramente por tanta muestras de cariño que nos hicieron llegar ante la partida de nuestro hermano, P. Ángel Fernández G., vicario parroquial de la Capilla Santísimo Sacramento.
Desde el momento en que P. Ángel fue internado en el hospital y durante todo el tiempo de su
permanencia, nos hemos sentido muy acompañados y alentados por todas las muestras de afecto y
cercanía de todas las personas que compartieron tantas experiencias de vida con él
Gracias por su apoyo incondicional que nos brindaron a través de diversas maneras y, una de ella ha
sido la oración; la oración personal y la oración comunitaria. Ha sido muy alentador escuchar desde
el corazón de la celebración eucarística una voz que se alzaba por nuestro hermano Ángel y que nos
dijeran “estamos rezando por P. Ángel y por los oblatos”. Gracias por acompañarnos en la hora de
visitas en el hospital. Gracias por sus llamadas y los mensajes de textos, por los innumerables correos
electrónicos preguntando por el estado de salud de nuestro hermano. Gracias por su preocupación, eso habla de la elevada calidad humana que poseen cada uno de uds.
Quisiera agradecer de manera muy especial, el habernos acompañado en familia y en comunidad a
despedir sus restos mortales. Esto nos ha dado la fuerza que nos ayuda a mantenernos en la certeza de
la fe que nos da Cristo, en la esperanza de la resurrección para todos aquellos que amamos y servimos a Dios, especialmente en nuestra entrega hacia los más pobres y desvalidos, hacia donde P. Ángel dirigía toda su vida. Amar a Dios y al prójimo.
Todo lo que hemos vivido con este acontecimiento ha sido una experiencia de Familia. Con las
palabras de San Pablo que se dirigía a la comunidad de Corinto, decimos: “Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él. Si un miembro recibe honores, todos los miembros comparten su alegría" (1Cor 12,26).
Finalmente termino con los sentimientos expresado por la Comunidad del Santísimo Sacramento hacia su pastor: “Él…( P. Ángel) es nuestro sacerdote, guía, amigo y hermano, quien ha entregado una vida de servicio a los más débiles, a los más pobres, mediante la defensa de sus derechos, con respeto, tolerancia, pero por sobre todo, con acogida fraterna, como hermano en Cristo Jesús, valores que han acompañado su trabajo con nuestra comunidad....” Creo que estas palabras expresan con claridad la experiencia que le tocó vivir a quien conoció y compartió con P. Ángel durante los 36 años en Chile, años que estuvo entre nosotros.
Fraternalmente en Cristo y María Inmaculada
Antofagasta, 27 de noviembre de 2011
P. Wladimir Rojas, OMI
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