Europa, ¿Se mueve?


Diálogo entre mi hombre viejo y el que todavía no es nuevo  


Desde Octubre a Diciembre, como casi todos los años, la Región Oblata de Europa ha celebrado numerosos encuentros. Viaje para allá, viaje para acá… ¿Sirve para algo? Pues, no lo sé. Depende de lo que usted quiera decir con esta pregunta. Puedo decir, para nada, Padre, para nada… o puedo decir, …

Los Ecónomos provinciales de Europa se reúnen anualmente, esta última vez en París. Sin duda que comparten sus fatigas y dificultades de cada día para animarnos a vivir evangélicamente la pobreza y las finanzas, con tantos dolores de cabeza, pobrecitos, en los últimos tiempos, en que, a pesar de la disminución de nuestros recursos, nuestras “necesidades” parecen reclamar más y más… Sí, pero que se consuelen entre ellos, ¿sirve para algo? Para nada, Padre…. Pero me acuerdo que este mismo grupo ha puesto en marcha un fondo para financiar los novicios y escolásticos de Europa en el que participan todas las provincias, es decir, han canalizado la solidaridad de todos los oblatos de Europa para financiar nuestra formación primera… y no pierden la esperanza y buscan vías para vivir más y más un estilo de vida simple y evangélico, más cercanos a los hombres y mujeres de hoy a quien golpea esta galopante crisis…

Y luego, los formadores se han reunido, en Obra, Polonia. ¡Tiempos duros para la formación! Y ahí están: preparando cada año un programa de un mes para los escolásticos que van a hacer los votos perpetuos, reuniéndose los superiores de escolasticado para preparar un programa de formación oblata que responda al trienio de preparación para el 2016, compartiendo y unificando programas de formación, discutiendo cómo hacer con “el internet” en las casas de formación, cómo hacer una formación misionera… Pero Padre, servir, servir… ¿para qué sirve?

Y los de la Pastoral Juvenil, en Kokotek (Polonia), pobrecitos. Sienten mucha presión, porque parece que hacen poco, que las vocaciones no vienen, que pierden el tiempo, que qué  hacen que solo vienen niñas, que… Y ahí los tenemos, buscando nuevos caminos para proponer la vocación oblata, compartiendo las nuevas experiencias de misión con jóvenes, (incluida la de nuestros bravos David y Tino que siguen buscando), preparando un retiro sobre el carisma oblato que se celebrará en Aix el próximo año para aquellos jóvenes que están más cercanos y hacen la misión con nosotros…

¡Ay! Y encima se inventan un encuentro nuevo para oblatos que trabajan en Europa y que están entre los 5 y los 25 años de su primera obediencia. Y los traen a Pozuelo, al amparo de nuestros Beatos Mártires. ¿Para qué sirve? ¿Es que van a cambiar el mundo? ¿O se creen que van a cambiar la congregación? Pues tiene razón Padre,… y ya sé que usted no vio cómo rezaban y cómo, a pesar de las dificultades de lengua y cultura, dialogaban buscando caminos de colaboración, proyectos nuevos que comenzar, un espíritu nuevo que vivir, un aire nuevo que respirar…pero servir, servir… Y eso que hablaron mucho de la conversión y parecía que se lo tomaban en serio y que no eran palabras huecas dichas delante del P. General que los animaba a ir más adelante y más en profundidad… y usted me dirá que soy un inocentón y que ya veré…

Y los seis provinciales que se reunieron en Mainz (Alemania)… ya se sabe, reunión de pastores… Y uno sueña que poco a poco se tendrá el coraje de tomar decisiones más audaces y más juntos, para el bien de la vida y misión de los oblatos en Europa. Sí, sí, ya sé que son muchos años igual, que va muy lento y que qué ha cambiado y que no sirve para nada… Tal vez me conformo con que haber visto en ellos hombres que están al servicio de sus hermanos y que en su corazón resuenan las llamadas del último Capítulo y que quieren preparar con ilusión el famoso Trienio…

Y cuando usted me ha dicho eso, Padre, me he acordado de una vez que intentamos hacer algo juntos y alguien nos dijo, ¿pero tú qué te crees, que vas a cambiar así el mundo? Y nos sonreímos, porque sin decir nada, los dos pensamos que lo que no cambiaría el mundo era no intentar nada, y dejar las cosas como están y que nuestro corazón decía que valía la pena intentarlo aunque luego los resultados fueron pocos y pobres, porque todavía ardía en nuestras entrañas el fuego de Aquel que dio su vida sin esperar nada a cambio…

Y me vino a la cabeza lo del otro: tiene razón Padre, no sirve para nada…. “Eppur si muove”.

Chicho Rois, omi
Diciembre 2012.






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