Nuestro decano cambia de comunidad.



El decano, para nosotros, es la persona de más edad de la Provincia. Se trata de un título en el que reconocemos la sabiduría que procede de los años vividos, de la experiencia acumulada en la misión realizada, del trabajo de la gracia en la vida de una persona.


Todo eso es lo que reconocemos en el P. Fortunato Alonso, un hombre de Dios que a sus 97 años recibe su enésima obediencia (se pueden contar, claro, pero son tantas y su disponibilidad tan grande que este es el adjetivo que mejor le queda). 


Tras 19 años en la comunidad de Málaga, siempre al servicio de los más necesitados, sobre todo de los enfermos, a quienes visitaba con asiduidad, nuestro querido hermano pone rumbo a Diego de Léon, nuestra comunidad de hermanos mayores. La salud va quebrando, pero como dice san Pablo, mientras el hombre exterior se va deteriorando, el interior crece en busca de la santidad.


La sencilla y emotiva despedida de los feligreses de Málaga, a causa del covid, es un signo del sincero aprecio de todos los que le han conocido y tratado en los diversos lugares donde ha estado como misionero. Damos gracias al Señor por su hermoso testimonio, pidiéndole que le siga bendiciendo con años y salud, para que nos siga enseñando a ser como pedía san Eugenio en el prefacio a sus oblatos: hombres «humildes, mansos, obedientes, amantes de la pobreza, penitentes y mortificados, despegados del mundo y de la familia, abrasados de celo, dispuestos a sacrificar bienes, talentos, descanso, la propia persona y vida por amor de Jesucristo, servicio de la Iglesia y santificación de sus hermanos».






Comentarios

  1. Una gran persona como Oblato una persona llena de sabiduría

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    1. Dios lo bendiga padre Fortunato. Ha sido un placer haber podido disfrutar estos 19 años junto a usted. GRACIAS por su ejemplo de buen cristiano y su sabiduría .

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