Peregrinando juntos

Durante los días 27, 28 y 29 de mayo de 2022 tuvo lugar el II Congreso mundial de laicos vinculados al carisma oblato. El primero fue hace 25 años, en 1997, en Aix en Provence. Muchas cosas han cambiado desde entonces en nuestro mundo y en nuestra Iglesia, pero sigue vigente la vitalidad de la misión y el deseo de anunciar el Evangelio. 


Siendo una Congregación tan extendida, era imposible hacer un encuentro mundial en un punto concreto. A ello se añade las dificultades ocasionadas por la pandemia, que incluso llevaron a aplazar dos años este encuentro, previsto para julio del pasado 2020. Por eso se ha desarrollado a través de las Regiones. 


Nuestra Provincia Mediterránea pertenece a la Región de Europa de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Los laicos de esta zona del mundo se reunieron el Kokotec (Polonia). Allí estuvieron presentes laicos de Italia y de España, junto al P. Ventura González, delegado de laicos para el Territorio español. Juan Moreno, responsable de la Familia Oblata en España nos cuenta su experiencia de lo vivido estos días.


Como delegado español para el 2º Congreso de laicos oblatos a nivel internacional que se ha celebrado para la región europea en Polonia y al que he asistido junto al padre Ventura, oblato que acompaña a los laicos, tengo que decir que más que un congreso ha sido todo un encuentro familiar, ya que el ambiente en este aspecto ha sido destacado por todos, ya no solo porque me ha ayudado a profundizar en la relación con miembros de la provincia mediterránea, tanto italianos como rumanos, sino con miembros de otras provincias que demostraban un igual o mayor deseo de seguir creciendo en la fe junto a todos lo que vivimos el carisma de san Eugenio y que de una forma u otra estábamos conectados.


Me gustaría destacar las reflexiones realizadas en torno a las relaciones entre laicos y oblatos, ya que encontramos figuras que nos ayudan a vivir nuestra fe en una corresponsabilidad misionera de evangelización a los pobres y en colaboración mutua para hacer todo lo posible para la salvación de las almas.


Espero que el trabajo realizado sobre el cuestionario en el que se nos invitaba a reflexionar sobre la formación, la comunión y la misión nos ayude a seguir creciendo en sentimientos humanos, cristianos y santos.



Al mismo tiempo que los laicos europeos se reunían en Kokotec, en Sassone (Italia), se juntaron laicos de Italia y de España para poder aprovechar esta experiencia, ya que las plazas en Polonia eran limitadas. Algunos de los participantes comparten lo vivido con nosotros. Ana Luján, laica de Aluche escribe:


Ha sido una experiencia muy positiva, a pesar de no tener ningún conocimiento del italiano(era un miedo que me acompañaba) se ha compensado con cómo se ha organizado muy bien, para que en todas las actividades y reuniones hubiese un traductor para facilitar la comprensión, cosa que agradezco enormemente.


En cuanto a lo que hemos compartido, pues una vez más, he sentido la grandeza de Dios, cuando uno se deja llevar por el Espíritu y abre el corazón a los demás para que te enriquezcan con su vida.


Ha sido emocionante ver que lo que a todos nos unía y compartíamos, era el "Carisma de San Eugenio", aquello que te ha ayudado a ti para crecer en la Fe y que te ha acompañado durante tantos años guiando tus pasos. Comprobar que ese mismo Carisma y ese mismo Espíritu ha estado moviendo a la vez los corazones por todo el mundo y que este encuentro nos ha permitido conocer y compartir.


Ha sido una experiencia muy rica y agradezco tanto a los oblatos como los laicos que han preparado el encuentro todo su tiempo, trabajo y esfuerzo, ya que gracias a ellos todos nos hemos enriquecido .


Gracias porque el objetivo del encuentro se ha cumplido:

Compartir nuestro camino guiado por el Carisma Oblato teniendo la ilusión de seguir caminando bajo el mismo Espíritu.



Kiky, laica de Jaén, también ha tenido la suerte de participar en el encuentro de Sassone, y comparte con nosotros lo siguiente: Fue un acierto haber hecho coincidir el encuentro fraternal de familia oblata de la provincia Mediterranea en Sasonne con el II congreso internacional de laicos oblatos. En ambos casos ha sido un derroche de vida oblata compartida.


Bajo la programación propuesta de tres días: celebrar, conectar y ser enviados, hemos profundizado en la alegría de ser cristianos comprometidos con el carisma del amor entregado que nos propone S. Eugenio. Descubrir que este carisma nos une a oblatos, laicos y consagrados aunque también nos toca revisar cuán de fraternal puede llegar a ser esta unión. Y por último, ser conscientes de la llamada exclusiva e individual que Dios nos hace, aceptar la misión que tiene pensada para cada uno, renovar este envío y vivirlo con más empuje, si cabe.


La conexión entre los participantes, a pesar de la dificultad del idioma, se puede describir como “estar en casa”, en familia, con la cercanía que tan acostumbrados nos tienes los Oblatos.


En cuanto a la organización, diré que tanto en la preparación, con muchas reuniones de por medio, como en el desarrollo, ha habido una fluidez muy positiva, un intercambio de posturas, actividades, en algunos casos aceptando y otros renunciando, pero siempre en un ambiente bueno, buscando siempre lo mejor y confiando en el otro.


Cuando se trabaja buscando la voluntad de Dios en cada momento y se está abierto a ello, no cabe nada más que el éxito.Personalmente he recibido mucho y no tengo nada más que dar gracias a todos y cada uno, por compartir de corazón a corazón conmigo.


Estoy segura de que tanto el II congreso de laicos, el encuentro de Sasonne y el próximo capítulo general han sido y serán un punto de inflexión a distintos niveles para seguir creciendo como comunidad familiar, que dócil camina y crece en el deseo de buscar la misión conjunta a la que Dios nos llama.



También participó Mari Mar, de las Misioneras Oblatas de María Inmaculada, quien con cuenta escribe:¿Qué palabras describirían mejor lo que hemos vivido en Sassone el pasado fin de semana? Creo que su lema “encuentro de fraternidad” de laicos de la Provincia Mediterránea expresa con sencillez y profundidad lo que han sido estos días. Un encuentro en el que hemos podido celebrar la alegría de ser una sola familia, de compartir un mismo carisma y sentir el gozo del ser enviado a la misión, cada uno allá donde se encuentra. Al mismo tiempo, seguir la conexión en directo del 2º Congreso Internacional de Asociaciones de Laicos Oblatos, nos permitía asomarnos cada tarde al mundo oblato en toda su riqueza y expresión y nos hacía sentirnos parte de una gran familia en la que todos éramos abrazados por el carisma oblato. ¡Qué inmenso campo se nos abre! Verdaderamente el carisma oblato está muy vivo y tiene mucha vida. 

Como Misionera Oblata de María Inmaculada, compartir con los laicos oblatos su camino me ayuda a crecer en mi propia identidad como consagrada, su ejemplo de entrega, de vida de familia, me hace descubrir que cada uno desde su vocación específica aporta algo nuevo al carisma y lo enriquece. Estamos llamados a caminar juntos en comunión. Desde la diversidad de dones y tareas, podemos construir un futuro lleno de esperanza en el que vivamos plenamente la corresponsabilidad como miembros de una misma familia carismática.  

Agradezco a Dios el haber podido participar en este encuentro de fraternidad. Espero que sea el comienzo de otros muchos en los que seguir estrechando los lazos de unidad entre todos los miembros de la familia oblata de la Provincia Mediterránea. 


Les agradecemos su compartir, haciéndonos partícipes de lo vivido, estimulándonos a hacer realidad en nuestro tiempo y en nuestro mundo el testamento del Fundador, san Eugenio de Mazenod: entre vosotros la caridad, la caridad, la caridad y fuera el celo. Seguro que desde la comunidad oblata del cielo su corazón de padre se alegra de ver a tantos hijos que siguen haciendo vida el sueño que le inspiró el Espíritu Santo hace más de doscientos años.





Comentarios

  1. Maravillosa experiencia vivida en este II Congreso mundial de Asociaciones Laicales Oblatas -Familia Oblata, Gracias a Dios, a los organizadores, participantes y a los que hicieron posible este evento, igual a los que siguieron de manera virtual.
    Desde la Misión OMI Venezuela, he participado junto a mi esposo, como matrimonio oblato, él como Oblato Honorario y juntos, experiencias de la Familia Oblata Venezuela y de nuestra Parroquia Jesús Nazareno de Palo Gordo.
    Felices y agradecidos por compartir con hermanos Laicos Oblatos y Oblatos Consagrados de diferentes partes del mundo, a pesar de distintas, lenguas y culturas pero con el mismo carisma de San Eugenio de Mazenod, nos ha permitido profundizar la fe, Experiencias y testimonios de las diferentes regiones, así como la evangelización, ayuda a los mas pobres y necesitados. Como dijo San Eugenio "Un Corazón Grande como el mundo"
    Enhorabuena, se ha logrado objetivos, participar, conocer y compartir con nuestros hermanos Laicos y Oblatos en este II Congreso.
    Saludos cordiales a todos de los diferentes continentes, en especial al P. Ventura, al P David López y al laico Sebastián de Chile
    Alabado sea Jesucristo y María Inmaculada..
    Desde Venezuela:
    Zenaida Cardozo de Alviárez y Pedro Agustín Alviárez
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