Irene Cazorla
La experiencia misionera de Valladolid ha sido algo renovador y especial para mí y para todos los jóvenes que hemos podido disfrutar de esos días. Han sido tres días duros, pero que nos han llenado el alma por completo. Desde el primer día con la adoración en el Seminario Menor, hasta el último en las residencias donde pudimos hacer disfrutar de un Vía Crucis viviente También hemos podido disfrutar de la compañía de los niños de los pueblos con los cuales hemos hecho muchas actividades y juegos. Agradecer de corazón a los Oblatos por habernos acogido en el Abrojo y haber organizado todas estas actividades de las cuales salimos con las pilas recargadas para seguir llevando a Cristo a los demás. Muchísimas gracias
Miriam Alonso
Esta experiencia ha sido una oportunidad para vivir la Semana Santa de una manera diferente compartiendo y aprendiendo con los demás cómo vivimos esta semana tan importante para los cristianos. De esta experiencia de animación misionera en Valladolid me llevo momentos, gente y sobre todo que, aunque haya momentos de debilidad el Señor siempre va a estar ahí.
Ruth Sánchez
La verdad que estoy contento. No por satisfacción, ni por una hazaña propia, sino por una alegría profunda de estar convencido que Cristo, que tanto nos quiere, VIVE. Sé que se debe en gran parte a vivir unos días en el abrojo con casi 25 jóvenes y tres Oblatos llenos de vida y de ganas de contagiar algo muy especial. Eso tan especial es lo que vivimos en lo que fue el seminario menor de los oblatos, hoy en día, completamente vandalizado. Allí llevamos a Cristo eucaristía a la Antigua capilla completamente devastada. Ese gesto de llevar a Dios donde ya no está, lo hicimos también en Mojados, el pueblo que animan los Oblatos. En Majados hicimos una procesión de los dolores de los jóvenes a modo de viacrucis. Invitamos a los jóvenes del bar y unas pocas chicas se animaron a seguirnos un rato. No vimos los frutos, pero plantamos semillas. Una esperanza fue ver cómo los niños se acordaban y encariñaban de los jóvenes que fueron el año pasado. El año que viene recogeremos lo sembrado este año, si Dios quiere.
Carlos Pastor
Tres días intensos, de entrega, en familia, con el Señor haciéndose presente en cada momento vivido. Así definiría como he vivido estos días la animación misionera que hemos realizado los jóvenes oblatos en Valladolid. Una pequeña reflexión que me llevo de estos días es que constantemente estamos buscando a Dios en las grandes oraciones, los grandes voluntariados, pero, una vez más, Él nos enseña que está en los momentos más simples del día a día y en las personas más sencillas. Haber dedicado estos días a estar con los niños y con las personas mayores ha sido un momento para redescubrir a Dios y continuar con más energía mi camino de fe.
Myriam Sánchez Ortiz
Gracias por vuestra alegría, juventud, saber estar... Habéis traído, de nuevo, un soplo de aire fresco a nuestras parroquias con vuestro testimonio de fe, de amor al prójimo y a Dios. ¡Sois un regalo! GRACIAS
ResponderEliminarHola, gracias a todos. Como siempre dicen por aquí, Primero a Dios dador de todos los bienes y la vida. Luego a trio de Misioneros oblatos, valientes y alegres que andan comprometidos en la siembra de valores no frecuentes en este nuestro mundo. Finalmente, a todos los participantes y sus familias por hacer de parcela de buen terreno ellos y sus hijos e hijas y preparar los corazones para vivir un mundo según el Evangelio
ResponderEliminarMe he emocionado cuando he leído que hicisteis un acto con el Santísimo en la Capilla donde viví veinte años también intentando la siembra vocacional y misionera oblata Hasta a lo mejor algunos de los jóvenes que habéis participado sois descendencia (hijos o nietos) de algún muchacho que por los 60 |80 pisaron esas losas incoloras del suelo de la Capilla.
Un saludo PASCUAL para todos
Un recuerdo diario en la Oración
A la espera del Espíritu Santo que siga dando luz fuego y amor a todos
En este mes de ELLA nuestra Madre que hace camino con nosotros Amén
Muchas gracias por compartir con nosotros este trocito de vuestra vida. A quienes en algún momento coincidimos con vosotros por aquí (seguro que a los jóvenes del bar les pasó también), nos ayudó mucho a seguir adelante vuestra mirada de jóvenes, yo diría casi de niños, cargada de alegría, energía, fe y ganas de dar y compartir; lo mismo vale decir de los tres Padres Oblatos, que parece que se han tomado al pie de la letra lo de que "si no os hacéis como niños,...". ¡Impresionante la imagen del Santísimo en medio de las ruinas! Gracias por todo.
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