¡Junio misionero!
Si bien es cierto que en la Iglesia es el mes de octubre el mes misionero por excelencia, no lo es menos la ya larga tradición de que en junio, en las distintas comunidades de nuestra España oblata, se organicen actividades para ayudar a nuestros misioneros. Esto nos ayuda a sentirnos parte de una misma familia que trabaja en beneficio de los más abandonados, unos en la retaguardia y otros en la avanzadilla, como nos cuentan nuestros hermanos venezolanos en nuestra querida Machiques de Perijá. Recogemos los testimonios de todos ellos como colofón a este hermoso impulso evangelizados que nos une más allá de la distancia física interpuesta por el famoso "charco".
Empezamos por nuestra querida familia oblata de Venezuela quienes nos cuentan: «el viernes 23 de junio Los Laicos Oblatos de LaOMI Yoel Molina, Maritza Nova y el P. Sante Rochi emprendieron el viaje a Machiques de Perijá (Estado Zulia). En La Fría recogieron al laico José Albornoz, que venía del Estado Mérida, y continuaron un viaje que duró 6 horas hasta llegar al destino. El sábado 24 de junio a las 8 AM comenzó la visita de acompañamiento a la Familia Oblata de Machiques, miembros activos, auxiliares y aspirantes a la Familia Oblata de la Parroquia San Eugenio y la Inmaculada.
Se dio inicio con la oración de los Laudes, Palabras de Bienvenida de la coordinadora de la familia Oblata de Machiques (por este mes Merynt) y presentación de cada uno de los miembros de la junta Directiva. Seguidamente se realizó una reflexión y meditamos de la Carta de invitación de San Eugenio al P. Tempier a formar parte de la primera comunidad a cargo de Yoel Molina. Posteriormente, José Albornoz dio el tema de la “Vocación Laical Oblata” y el P. Sante continuó con una reflexión de las raíces de la congregación de los Misioneros Oblatos. Finalmente Maritza compartió la Historia de la Familia Oblata de Venezuela. Culminamos con un almuerzo.
Continuamos nuestra misión en la tarde a las 3:00 pm con nuestros hermanos activos de la comunidad de Machiques, en la cual se compartió las experiencias de cada una y el trabajo que realizan, en la parroquia. Así mismo anhelan que les sigamos visitando. Seguidamente nos trasladamos hacia la Parroquia San Eugenio para celebrar la Santa Eucaristía, y compartir con nuestros hermanos aspirantes a la Familia Oblata y con la comunidad en general.
Cabe destacar, que esta Parroquia fue fundada por nuestro Obispo Emérito Monseñor Ramiro Díaz OMI, el 26 de octubre de 2006 y remodelada por nuestro Oblato Honorario Sr. Pedro Alviárez. Al culminar la Eucaristía se compartió unas ricas empanadas. Es importante destacar la alegría y regocijo de la comunidad por la visita en su parroquia. Damos gracias a Dios y San Eugenio por permitirnos haber realizado humildemente esta Misión. Al día siguiente domingo 25 de junio retornamos hacia nuestro destino San Cristóbal. ¡¡¡¡ALABDO SEA JESUCRISTO Y MARÍA INMACULADA!!!!!!
Este testimonio misionero nos une también en España, palpitando en los encuentros festivos con los que una familia como la nuestra, con un corazón grande como el mundo, desea ser la más unida de la tierra, como anhelaba nuestro Fundador. Recogemos algunos de esos momentos, empezando por nuestra nueva comunidad de Valladolid.
«El 28, 29 y 30 de abril gracias al testimonio del P. Javier Álvarez Omi, misionero en Venezuela, hemos conocido en Valladolid de cerca la realidad y las dificultades que vive el pueblo de Venezuela. En cada uno de los lugares donde trabajamos los oblatos de Valladolid hemos iniciado una campaña de recogida de medicinas que serán enviados a Venezuela. Queríamos también apoyar económicamente el envío de medicinas, así que el pasado sábado 10 de junio en la casa del Abrojo (Valladolid) hemos vivido nuestra primera paella solidaria en favor de Venezuela. Han participado 120 personas de Mojados, Megeces, Parroquia de San Isidro y amigos que hemos ido encontrando en el camino. ¡Un día de alegría, compartir y dar gracias a Dios por este primer curso vivido en Valladolid!»
Continuamos nuestro recorrido por los más veteranos en estas lides, los hermanos aluchenses con su festival misionero, del que nos cuentan:
«Como cada año el festival misionero marcó el final de curso y como esto no es ya novedad a veces se podría pensar que fue como siempre. Nada más lejos de la realidad. Este año nos esperaba una sorpresa. Llevábamos días de tormenta en Madrid y la incertidumbre de cómo y sobretodo dónde lo haríamos era la protagonista. Los ánimos no estaban muy arriba.Al final el día amaneció soleadísimo y allá que nos pusimos a montarlo todo con optimismo.
Pero no estábamos ni a la mitad del festival cuando empezó a caer agua sin piedad. Al principio pensamos que sería un ratito y ya, pero enseguida nos dimos cuenta de que iba para rato la cosa.Sorprendente la disposición de todo el mundo por colaborar y recoger en un periquete y también por pasar el festival a la Iglesia y continuar como si nada hubiera pasado.Se podría pensar que en ese inpass perderíamos público pero la generosidad de la comunidad parroquial ese día se iba a palpar por todas partes: la iglesia llena y al finalizar aún seguíamos consumiendo del bar. Esa noche mas de uno se fue a casa "empapado" de misión».
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