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«¿Será que me habré hecho mayor...


... que algo nuevo ha tocado este botón, para que Peter se largue?». Al ver esta foto de nuestros jóvenes adultos, nos viene a la mente la letra de esta canción de El canto del loco. Ciertamente están creciendo y quieren discernir si nuestro querido carisma oblato va a formar parte esencial de sus vidas, como lo ha hecho hasta ahora en su infancia y juventud. Para ello tuvieron una convivencia en El Abrojo (Valladolid), que comparten con nosotros mediante algunos testimonios.


Esta convivencia ha sido todo un regalo. Hemos mirado con nostalgia al pasado, vivido el presente con alegría y reflexionado sobre el futuro con ganas de perseverar en el carisma. Siento que el fin de semana ha dado para mucho. He podido reencontrarme con un grupo "adulto" de jóvenes con el que llevo diez años de camino compartido. Y qué bonito es sentir a este grupo como tu segunda familia.En esta convivencia he podido encontrar a Dios en muchos momentos y personas, y estas son algunas de las reflexiones que hice:

1. Dios hizo, está haciendo y continuará haciendo que mi vida sea increíble y memorable. Toda una aventura.

2. Cuantísima suerte tengo de haber coincidido con los Oblatos de María Inmaculada, quienes me han hecho vivir experiencias que llenan el alma, y, sin haberlo buscado, han hecho que mi vida sea súper interesante, conociendo cientos de personas y lugares increíbles. Y lo más importante, son quienes me ayudaron a conocer a Dios y, más tarde, quienes me enseñaron a madurar en la fe.


3. El Señor se merece que yo me esfuerce por Él, o así al menos siento yo que tengo que devolverle todo el bien que me ha hecho.

4. El Señor me llama porque me ama. Además, me invita a descubrirme junto a Él, en todos los aspectos de mi vida.

5. Me enorgullezco de mi grupo de vida, quienes son refugio, confianza, diversión y fe compartida. No somos cristianos perfectos, pero nos ayudamos a serlo los unos a los otros.

6. Me gustó el compartir en pequeños grupos nuestras inquietudes sobre el futuro. Sentí que los jóvenes éramos escuchados y que se nos tenía en cuenta como un pilar fundamental dentro de la congregación. De esa lluvia de ideas saqué la siguiente conclusión: los jóvenes adultos somos conscientes y nos comprometemos a ser responsables, organizadores y acompañantes para las siguientes generaciones y poder darles lo que nosotros hemos recibido, ahí está nuestro servicio a la Congregación Oblata, pero tampoco queremos olvidar lo importante que es para nosotros seguir teniendo experiencias que estén pensadas para nuestro crecimiento y formación en el carisma y en la fe.

7. Los jóvenes compartimos ese deseo misionero de llevar a Dios a quienes no lo conocen y ojalá llevarlo a cabo con creces en los próximos años dentro de este nuevo ciclo que empezamos ahora con muchas ganas. Queremos comprometernos, aunque también esto signifique darle el relevo de algunas funciones a la generación que nos sigue para poder nosotros asumir nuevos roles.

Para concluir, diría que salen tres palabras en resumen de todo: agradecimiento, familia e ilusión por lo que vendrá; todo guiado por el Señor, María Inmaculada y San Eugenio de Mazenod. 

(Elena del Alcázar)


La convivencia de jóvenes adultos, que hemos autoproclamado como MOMI's (Maduritos Oblatos de María Inmaculada) , ha sido más un retiro que una convivencia. Hemos tenido encuentros entre nosotros pero sobre todo nos ha servido para encontrarnos con el Señor. Los MOMI's no han llegado para quedarse sino que son unos jóvenes que ya no son en su mayoría universitarios. Y entienden que ya no son tan jóvenes. Eso se refleja en muchos aspectos o mejor dicho en muchas preguntas. La pregunta clave para su mayoría no es ¿cuál es mi vocación ? Sino, ¿Dónde debo vivirla?


Cómo veis no era un fin de semana de respuestas sino de preguntas. Seguimos en discernimiento. ¿Dios nos llama a vivir nuestra misión con los Oblatos? ¿Compartimos el mismo carisma que ellos? Para responder leímos nuestra historia y vimos que el carisma se hacía presente de una manera u otra y nos había ayudado a conocer un poco más a Dios. Cada uno tiene que dar una respuesta. La mía está forjandose. Pero ya me doy cuenta que he heredado el celo de San Eugenio y que sigue habiendo tantos pies que lavar...
¿Soy tan consciente como San Eugenio de que Él puede mover montañas si le dejo? 

(Carlos Pastor)


Me llamo Jesús, soy un joven que participa de la vida parroquial con los OMI en San Leandro, en el grupo de jóvenes llamado Effeta. He participado en la convivencia, junto con jóvenes de otras comunidades oblatas con la finalidad de discernir de qué forma quiere Dios que participemos en las comunidades OMI como adultos, es decir, como laicos oblatos. He disfrutado mucho la convivencia en comunidad, porque ha sido un momento de compartir, rezar, discernir y disfrutar. Pienso que está convivencia es el punto de partida de una serie de decisiones que vamos a tomar, cada uno de los jóvenes en su comunidad. 


Personalmente, me ha servido para plantearme muchas cosas como: de qué forma me pide Dios ayudar en la Iglesia.El itinerario de la convivencia fue sencillo, pero el mensaje claro: comenzar un discernimiento hacia una vida de fe adulta, donde es necesario dar más que recibir. En conclusión: fue una suerte poder participar con los OMI y los jóvenes más mayores de las comunidades oblatas. Espero que, junto con Dios, podamos llegar a muchos jóvenes y así puedan disfrutar todo el camino que hemos podido disfrutar nosotros. 

(Jesús Rodríguez)


Si tuviera que definir las convivencias en una palabra sería descubrimiento, porque eso es lo que ha supuesto para mí. Me ha permitido pararme en medio de mi rutina marcada a observar como Dios a lo largo de mi vida ha estado presente y cómo lo sigue estando a día de hoy pero de diferente manera, porque lo cierto es que yo soy muy distinta también. Pero porqué descubrimiento diréis, si no me ha dicho nada que ya no supiera, lo cierto es que también hemos puesto la mirada en el futuro, e intentarnos preguntarnos que quiere Dios de nosotros. 


Todo lo que he vivido y soy ahora me abre las puertas al día de mañana, y aunque no tengo respuestas para nada aún y si soy sincera, el futuro es algo de lo que me abruma mucho hablar actualmente, siento que cuento con más estrategias ahora de las que tenían antes de la convivencia, y que me ayudan a poder encontrar las respuestas a las preguntas que se me han planteado. Por último me quedo con las relaciones afianzadas con mis compañeros, el deseo de caminar a la libertad que me marca Dios para ser más yo misma y el tener responsabilidad en mis decisiones.

(Nerea)


¡Gracias a todos y a seguir caminando unidos en Señor!¡La caridad, la caridad, la caridad... y fuera el celo!







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