La Vida Religiosa posee una tradición muy democrática en cuanto a la elección de sus superiores se refiere. Por un lado, los mandatos son limitados en el tiempo y, al finalizar, el que ha realizado el servicio vuelve como uno más a la comunidad de la que había salido . Por otro, antes de nombrar a alguien como superior, se realiza una consulta tanto oral, como escrita, para que, quien ha de elegir, sepa el sentir y pensar de los hermanos, en orden a discernir sobre la idoneidad de los candidatos. Y es que no es un ministerio fácil, pues nuestra constitución 71 afirma: «Jesús es fuente y modelo de la autoridad en la Iglesia. A ejemplo del Señor, que lavó los pies de sus discípulos, los que son investidos de autoridad entre nosotros, están llamados no a que les sirvan sino a servir. Su servicio consiste en coordinar y dirigir los esfuerzos de todos en la evangelización de los pobres, y también animarnos a llevar una vida inspirada por la fe y a compartir intensamente nuestro amor a Jesucristo».
En nuestra Provincia Mediterránea, el P. Gennaro Rosato está terminando su segundo trienio como provincial, por lo que se ha de elegir a uno nuevo a partir de enero. Para ayudarnos a realizar este discernimiento nos acompañó, durante la pasada semana, el P. Jorge Albergati, oblato uruguayo que en la actualidad es el consejero general para la región de América Latina. Con su habitual simpatía y sencillez se hizo presente en todas las comunidades de España, escuchándonos con atención y compartiendo momentos fraternos, también con los laicos que forman parte de nuestra gran familia. Le agradecemos el tiempo que nos ha dedicado y le encomendamos en nuestras oraciones para que el Espíritu les ilumine en esta difícil tarea de identificar a quién ha de animarnos durante los próximos tres años.
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