Hno. León Fraile Hernández (1880-1968)
Nació en Gema del Vino (Zamora) el 28 de Junio de 1880. El 6 de marzo, según el libro de la época, ingresó en el juniorado de "El Soto". El afirmaba haber entreao en 1894. Formó parte del primer grupo de juniores de España.
Conoció a los Oblatos a través de las religiosas de la Sagrada Familia de Burdeos. Otros dos hermanos siguieron su ejemplo: el P. Fabián y el Hno. Pedro.
Por indicación de los superiores hizo el noviciado en calidad de hermano. Profesó el 2 de Julio de 1899 y tuvo que incorporarse al ejército en el que permaneció tres años. Obtuvo la licencia mediante la intervención del P.Clavé.
En 1906 hizo la oblación perpetua y fue destinado al juniorado italiano de Santa Maria a Vico donde permaneció largos años. Le fue muy grata la estancia en Italia y conservó el cariño de sus gentes, sus costumbres y la preferencia por los puros toscanos.
En 1948 regresó a España y fue destinado a la comunidad de Diego de León y en ella permaneció hasta su muerte.
Fue apreciado el Hno. León por su vida de fe, la fidelidad, el orden, la limpieza. Estuvo encargado de la sacristía y siempre tuvo las cosas a punto. Dedicó muchas horas a acompañar a los sacerdotes en las numerosas misas que entonces celebraban una tras otra. Fue un religioso austero, incluso en palabras, resptuoso, modelo de discreción, sacrificado.
El 2 de marzo de 1968 falleció en Madrid a los 88 años.
Conoció a los Oblatos a través de las religiosas de la Sagrada Familia de Burdeos. Otros dos hermanos siguieron su ejemplo: el P. Fabián y el Hno. Pedro.
Por indicación de los superiores hizo el noviciado en calidad de hermano. Profesó el 2 de Julio de 1899 y tuvo que incorporarse al ejército en el que permaneció tres años. Obtuvo la licencia mediante la intervención del P.Clavé.
En 1906 hizo la oblación perpetua y fue destinado al juniorado italiano de Santa Maria a Vico donde permaneció largos años. Le fue muy grata la estancia en Italia y conservó el cariño de sus gentes, sus costumbres y la preferencia por los puros toscanos.
En 1948 regresó a España y fue destinado a la comunidad de Diego de León y en ella permaneció hasta su muerte.
Fue apreciado el Hno. León por su vida de fe, la fidelidad, el orden, la limpieza. Estuvo encargado de la sacristía y siempre tuvo las cosas a punto. Dedicó muchas horas a acompañar a los sacerdotes en las numerosas misas que entonces celebraban una tras otra. Fue un religioso austero, incluso en palabras, resptuoso, modelo de discreción, sacrificado.
El 2 de marzo de 1968 falleció en Madrid a los 88 años.
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