Las Bienaventuranzas de los Jovenes" por el P. Marcos Rivarola OMI
Bienaventurados los jóvenes que llevan consigo la dimensión de novedad y creatividad.
¡Serán vida que comienza a crecer!
Bienaventurados los jóvenes que, venciendo el estancamiento, la rutina y el conservadurismo, irrumpen como sacramento de lo nuevo, movidos por el deseo, por el Ideal, por el Futuro.
¡Serán protagonistas de Amor!
Bienaventurados los jóvenes que alimentan la cultura de la vida y no se dejan llevar por los pensamientos egoístas, cómodos o consumistas que se les presentan como “buenos”.
¡No caerán en el vacío, en la insatisfacción, en el aburrimiento o en el aislamiento!
Bienaventurados los jóvenes que tienen el coraje de tomar partido y de vivir verdaderamente como ciudadanos, venciendo la indiferencia y la cobardía.
¡Serán los cimientos en la construcción de una nueva sociedad!
Bienaventurados los jóvenes, que a pesar de vivir bombardeados por el odio, el fanatismo y por la violencia, saben recibir y dar amor a todos.
¡Serán artífices de la paz!
Bienaventurados los jóvenes, que en nombre del amor y de una vida digna, luchan sin entregarse ante las barreras e imposiciones de un mundo caótico.
¡Serán la luz del mundo!
Bienaventurados los jóvenes, que anuncian allí donde van que Cristo es la Certeza, el Camino, la Verdad y la Vida.-
¡Serán sal de la tierra!
¡Serán vida que comienza a crecer!
Bienaventurados los jóvenes que, venciendo el estancamiento, la rutina y el conservadurismo, irrumpen como sacramento de lo nuevo, movidos por el deseo, por el Ideal, por el Futuro.
¡Serán protagonistas de Amor!
Bienaventurados los jóvenes que alimentan la cultura de la vida y no se dejan llevar por los pensamientos egoístas, cómodos o consumistas que se les presentan como “buenos”.
¡No caerán en el vacío, en la insatisfacción, en el aburrimiento o en el aislamiento!
Bienaventurados los jóvenes que tienen el coraje de tomar partido y de vivir verdaderamente como ciudadanos, venciendo la indiferencia y la cobardía.
¡Serán los cimientos en la construcción de una nueva sociedad!
Bienaventurados los jóvenes, que a pesar de vivir bombardeados por el odio, el fanatismo y por la violencia, saben recibir y dar amor a todos.
¡Serán artífices de la paz!
Bienaventurados los jóvenes, que en nombre del amor y de una vida digna, luchan sin entregarse ante las barreras e imposiciones de un mundo caótico.
¡Serán la luz del mundo!
Bienaventurados los jóvenes, que anuncian allí donde van que Cristo es la Certeza, el Camino, la Verdad y la Vida.-
¡Serán sal de la tierra!
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