¿Sabías
que el beato Juan Antonio Pérez Mayo, al igual que su paisano el beato
Marcelino Sánchez, en su adolescencia allá en Santa Marina del Rey, fueron “Tarsicios”, es decir, miembros de esa Asociación infantil,
relacionada con la Adoración Nocturna y cuya piedad se centra en Jesús Eucaristía? Quizá por
eso el Vicepresidente Nacional de los Tarsicios de Filipinas, que estaba al
corriente de esto, acudió a él para que le echase una mano en un momento crucial
de su vida. He aquí su testimonio:
Con
toda humildad, quiero compartir un momento muy difícil en mi vida. Sucedió en agosto
de 2011. Fue un momento inolvidable en
mi vida al haber detectado mis médicos que, a mi edad muy temprana, yo tenía
“diverticulitis” . Yo experimentaba algún
dolor inusual en mi espalda, pensé que era sólo eso, un dolor de
espalda, pero
después de algunos exámenes médicos con ultrasonidos ECG y TAC, me
dijeron que la única forma de detener la continua propagación de la
infección era una
operación importante y me recomiendan cortar todo mi intestino. Yo por
mi parte no sentí ningún
pesar, sólo pronuncié en silencio una oración diciendo que no
se hiciera mi voluntad, sino sólo la voluntad Dios. Después de 6 horas
de operación,
al abrir mis ojos, todos los médicos vinieron sonrientes a mi encuentro
para decrime que sólo
habían tenido que cortar una parte de mi intestino. Nadie a mi alrededor
pudo
encontrar alguna explicación sobre lo que sucedió durante ese tiempo, yo
lo
único que recordaba era que durante la espera Juan Antonio PÉREZ MAYO tomó mis manos y me dio suficiente fuerza durante
ese tiempo crucial, lo que juzgo como un gran favor celestial para con este su joven
devoto. Por esto me atrevo a pedir con asombro reverente una reliquia de mi
amado Juan Antonio PÉREZ MAYO y los otros mártires OMI, quienes creo fueron los que me sostuvieron durante
ese momento crucial cuando tuve que someterme a esa operación tan seria. No me
puedo permitir ir en Roma debido a mi incapacidad financiera y creo no podrá negarse
a concederme esta petición. Prometo venerarla y propagar su fama de santidad entre
mis jóvenes compañeros, pues soy Vicepresidente Nacional Ejecutivo del Consejo
Nacional de los Tarsicios, una organización
cuyo carisma principal es servir, proteger y honrar a Jesús en el Santísimo Sacramento.
En Cristo,
Bro.Lloyd V. Miranda
Executive Vice President,
National Tarcisian Council
313 Doña Aurora St. Brgy. Poblacion Ibaba
Angono,
Rizal, Philippines 1930
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