Este 2020 ha sido difícil para todos, también para los Jóvenes Oblatos, quienes no sólo han sufrido las circunstancias de la pandemia de modo personal y familiar, sino que también han visto como los proyectos comunes de convivencias y experiencias de verano fueron cancelados. Siempre han sido momentos especiales para nosotros, para crecer en el Señor y en la amistad mutua. Pero, como ocurre siempre, las ganas de vernos y de compartir el carisma han puesto en marcha nuestra imaginación. El resultado: la primera convivencia online de nuestra joven historia, con el lema Contagiando la sonrisa.
Somos conscientes de que éste es un tiempo donde la tristeza y la desesperanza están haciendo mella en nuestra sociedad, en nuestro mundo. En un momento tan complicado para todos ¿dónde encontrar la fuente de la verdadera alegría? Hemos vuelto a recordar que hemos de estar apoyados en la roca que es Cristo, a través de su Palabra, para descubrir que nos pide Dios a nosotros, jóvenes misioneros.
Y para hacer este descubrimiento hemos reflexionado sobre nuestra identidad cristiana y oblata, aprendiendo, incluso a través de una escena del Rey León, que en nosotros se refleja nuestro verdadero ser: ¡somos hijos de Dios! Esa es la fuente de la alegría y de la esperanza. De ahí ha de cortar la fuerza para contagiar una sonrisa responsable, que alivie las cargas de los hermanos que están a nuestro lado.
La reflexión en grupo, compartir nuestras vivencias y nuestra fe en comunidad, es una nota característica de nuestro ser oblato. Por eso dedicamos un tiempo de nuestra mañana a ello, agradecido por todos.
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