Novedades en la Misión del Sáhara... y en España

El pasado 18 de mayo, mediante un Rescripto, el Papa Francisco introducía un cambio en el derecho canónico por el cual, en las Congregaciones donde la mayoría de los miembros son sacerdotes, los Hermanos no ordenados también pudieran ser superiores mayores. Durante el Capítulo general hubo ocasión de dialogar sobre dicho Rescripto e introducir las modificaciones oportunas en nuestras Constituciones y Reglas.

 Aunque el superior de la Misión no es un superior mayor, en nuestra comunidad del Sáhara empiezan a notarse esos aires de cambio con el nombramiento del Oblato Hermano Silvio Bertolini, en sustitución de Chicho, quien le instaló en el cargo la semana pasada. Son muchas novedades: un Hermano como superior, de nacionalidad italiana (hasta ahora todos habían sido españoles) e instalado por el mismo Superior general en su primera visita a los hermanos que allí residen.

Pero no quedó ahí la cosa, lo cual ya sería noticiable. El primer acto de Silvio como superior fue acoger la promesa de la primera laica oblata asociada en el Sáhara. Se trata de Clarise, quien después de un tiempo de discernimiento y de formación, se ha comprometido a colaborar más estrechamente con nuestros misioneros.

Es fácil imaginar la alegría vivida por nuestra pequeña comunidad que, como decía el Fundador, tiene un corazón grande como el mundo, en el cual caben tantas personas entre los que se hayan los más sencillos y abandonados. Damos gracias a Dios por estos frutos que nos invitan a seguir adelante.

Al igual que siguen adelante nuestras comunidades que han sufrido cambio de superior: Aluche y Valladolid. En un acto sencillo y comunitario, los PP. David López Moreno y Javier Montero Infantes fueron instalados para desempeñar este ministerio de animación comunitaria.

En nuestras CC.RR. puede leerse: «los superiores son un signo de la presencia del Señor, que está en medio de nosotros para animarnos y guiarnos. Impulsan a sus hermanos a vivir de acuerdo con su vocación de Oblatos, al mismo tiempo que les ofrecen el apoyo que necesitan». Agradeciendo la asunción de esta responsabilidad, perdimos al Señor que envíe su Espíritu sobre Silvio, David y Javier, para que sus comunidades sean testigos el amor de Dios en medio del mundo.