Ecos del Encuentro de Familia Oblata I (oblatos)
Antonio Buonanno omi comparte su experiencia
Con el grupo de Pozuelo, en el auto de Juan, con Ana y Mimi, nos dirigimos a Jaén para vivir un fin de semana como Familia Oblata. Cosa bien distinta, me decía p. Otilio, de un encuentro con el AMMI, como comenté en la mesa en Diego de León. Fui el único representante de la comunidad de la Parroquia Virgen Peregrina, y en un cierto sentido me da lástima, por haberlo pasado tan bien!!!
El programa bien armonizado en un lugar hermoso y amplio como el Seminario de Jaén, se fue desarrollando un encuentro con participante de distintos lugares y de las distinta familias: Oblatos, Oblatas, Laicos Oblatos, Ammi… niños, he contado 18.
Algunos de los niños del encuentro
Si tuviera que decir lo que me ha gustado creo que no sabría hacer una preferencia. No sabría poner un más delante de un momento vivido. El llegar de la noche por la cena me llamó la atención que no había sólo adultos sino familias completas, que dieron su aporte con la sola presencia. Y creo que podría decir que desde los niños he aprendido la belleza de entrar en comunión pronto. Con la libertad de jugar, de encontrarse, animados por Belén e Iván y Antonio, he visto cómo han logrado la integración entre ellos y con todos. No me parecía verdad verlos participar también en algunos momentos de los adultos sin crear aquella confusión a la que estaba mentalizado yo. Para mí han dado un toque al encuentro, han mostrado como la Palabra es verdad, el reino de los Cielos es de los niños... si no se hacen como niños... Y nos sentimos como ellos en la yincana de juego buscando algo escondido, corriendo por todo lado en aquella casa que quien sabe en otros días será bien silenciosa.
De momento de profundización hemos tenido muchos. Para algunos habrá sido el momento de la reconciliación. Las completas haciéndonos samaritano del otro, como Jesús. El camino que nos donó p. Gilberto desde la Palabra de Filipenses 2, 5-7: hacer un camino de bajada con Jesús de Nazaret y con Él volver al Padre con la gracias de Dios recibida en el Cristo Señor.
Representación en la celebración de la reconciliación
El momento de la celebración penitencial ha sido, para mí, volver a recordar un viernes santo en la ciudad de Ripalimosani (Italia). Aquellas palabras de Fundador volvían a donar nuevo impulso a la vida del Espíritu Misionero. La presentación de los tres jóvenes nos dieron con suma claridad la capacidad de renovar nuestro amor al Dios de la Vida, aquel que hace tanto por mí, y el renovar nuestro bautismo nos dio una fuerza y entusiasmo. Ese mismo entusiasmo se sentía en las visitas a los distintos lugares del siglo XXI, dónde nosotros cristianos de los primeros siglos, pasando la puerta del tiempo nos introdujimos. Irene que presentaba Marta, Carlos (Pedro), Javier (Pablo), Antonio (Mateo), nos ayudaron a vivir el cristianismo del siglo actual… allí era difícil no caer en la cuenta que hoy en día el vivir de fe cuesta, no se entiende todo.
Tras un viaje en el tiempo
Con Raquel Álvarez este camino de dificultad estuvo bien fundamentado en el camino de san Pedro. Caminar de Fe, es caminar con los Santos de ayer y de hoy. Aquello che saben bien que la vida diaria necesita de una gran dosis de Fe, coraje, locura, escucha, confianza, dificultad,… unos escalones para seguir creciendo como el Maestro quiere. Aquel Maestro que se nos trasfigura para darnos las posibilidades de no desalentarnos sino que decir con Pedro: Qué bueno es estar aquí. Subir el monte del Tabor, para mí ha sido todo el encuentro, el camino la vida de toda la familia Oblata. Unida en el único carisma, amando la misma Iglesia en lugares distintos, con lo específico que es de cada uno: Oblatos, Oblatas, Laicos.
Visita y celebración en la Catedral de Jaén
Han sido muchos más los momentos de formación y de oración. Pero creo que si hay que subrayar algo de hermoso, escribiría que hay algo que no quisiera que se perdiera: la experiencia de estar juntos como familia. Para poder crecer como persona, como cristiano, como santos, el camino se hace más llevadero cuando se logra todos juntos. Cada uno iluminando el carisma desde su especificidad y riqueza. Por eso agradezco mi comunidad que tuvo que hacer un esfuerzo para amparar las actividades del fin de semana, con este esfuerzo estuvieron conmigo en Jaén, al mismo tiempo agradezco a Dios por es don del fin de semana que me hizo ver una sociedad animada por un carisma específico y actual, ver una comunidad como familia la “más linda del mundo”.
Estupendo testimonio Antonio. Muchas gracias. Tienes razón, fue una suerte compartir estos días. Y también agradecer a los que habéis hecho posible este encuentro fraterno. Mucho ánimo con la tarea.
ResponderEliminarbien, a redoblar el compromiso
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