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Un oblato en Tierra Santa

 Juan Manuel Álvarez omi autor de estas líneas
En el Primado de Pedro, delante del Lago, con los montes del Golán al fondo.

Se me pide que cuente lo vivido en la Peregrinación a Tierra Santa : es pedir lo imposible.

Parto de que no nos enteramos de si había guerras, conflictos, peligros. Es más : vi muchos menos soldados que en otras ocasiones.

Los lugares de Cafarnaún, Korazín, Betsaida dan qué pensar : lo dijo Jesús de ¡Ay de ti… No quedan más que ruinas, sobreabundantes en Cafarnaún, con la bonita Sinagoga -posterior a Jesús-; con piscina ritual y Sinagoga y palacetes en Korazín… Y el Lago y el paseo en barca, y oración y cantos en él… ¡Cuántos recuerdos de la estancia de Jesús por ahí!  Nos los refieren los evangelios y lo leemos y oramos y meditamos con fervor. No digo ya la multiplicación de los panes –con los mosaicos famosos de los panes y peces- o la roca del Primado de Pedro que sigue preguntándonos de parte del Señor ¿Me amas?  Y dándonos el mandato de  apacentar sus ovejas - Con la indudable respuesta nuestra, bajito, muy bajito  Señor, Tú sabes que te quiero.  Íbamos 4 sacerdotes, ahí me tocó presidir a mí… Los lugares santos se visitan porque son los que la tradición Cristiana o beduina dice y la arqueología constata que se reunían los cristianos de los siglos primeros conmemorando algún acontecimiento de la vida de Jesús.


La renovación del Sí por parte de los matrimonios en Caná, provocó muchas lágrimas de emoción… y envidia santa de solteros, viudas y sacerdotes que tendrán su oportunidad en el Jordán o en el Cenáculo

Las casas de San José y de María –bueno, cuevas, sobre las que hay formidables iglesias- con el VERBUM CARO FACTUM EST, porque para Dios no hay nada imposible. La disponibilidad de José y de María ante los planes incomprensibles y misteriosos de Dios; la vida oculta de Jesús, los múltiples precipicios desde donde le pudieron despeñar, porque ningún profeta es bien recibido en su tierra… bien vale por unos Ejercicios Espirituales.





La Iglesia sobre la Gruta de la Encarnación de Señor

El ziz zag para subir al Tabor : qué bien se está aquí… La gruta del Profeta Elías, Dux el Pater Profetarum, y los 450 de Baal o el torrente Quisón y Sísara y compañía en el Carmelo... O el fértil Valle de Esdrelón y ahora, digno de verse, todo el desierto verde por las lluvias invernales –nos tocó paraguas en Galilea y buenas mojaduras en Jerusalén-

Subir los 1000 mts en 60 kmts desde Qunram a Jerusalén, después del baño de Renovación del Bautismo en las aguas barrosas del Jordán es todo un acontecimiento. Y cantar Ya están pisando nuestros pies tus umbrales Jerusalén  es unirse a las caravanas del tiempo de Jesús y de siempre porque  Allí se reunirán todos los pueblos o todas mis fuentes está en ti  y sigue teniendo su encanto aunque la Jerusalén actual tiene un perímetro cada día más amplio ocupando más valles y colinas.

Saliendo del Muro de las Lamentaciones,
 con el pelotón de los torpes , un ciego, un cojo, y tres cojitrancos.

El muro de las Lamentaciones, con los judíos ortodoxos vestidos de fiesta en el Sabath, orando con todo el cuerpo, solos o en grupo, unos cara al muro, otros cara al ocaso del sol, muchos marchándose de espaldas;  la explanada del Templo donde Simeón acoge la luz para alumbrar a las naciones, o se pierde el niño o expulsa  a los profanadores o proclama que en tres días reedificará el templo…  provocan meditaciones sobre la fidelidad, la predicación, la fe…

Las Mezquitas están cerradas para nosotros. No el Cenáculo, el Calvario, el Santo Sepulcro,  o la Vía Dolorosa o los lugares de prisión, azotes, juicio y condena de Jesús –Litóstrotos-  donde siempre el tiempo de oración se hace corto, muy corto. Lo mismo que en Getsemaní, o en Dominus flevit y no digamos en el Padre Nuestro –con paneles en castellano, catalán, euskera, bable… y en lenguas donde estamos los Oblatos como Misioneros…- o en el pequeño templete octógonal –signo del 8º día y del cielo- donde se conmemora la Ascensión del Señor tras mandarnos ir por todo el mundo anunciando su Evangelio…

Belén es otra cosa, es hacerse pequeño, humilde, niño, para poder entrar por la mínima entrada a las Basílicas. Y ponerse ante la estrella que conmemora el lugar del Nacimiento de Jesús es  volver al amor primero, fresco, gratuito.  Y darse cuenta de que las piedras y cuevas milenarias, son como la instantánea, la foto de ahora : memorial de vivencias, momentos emotivos y decisivos en la Historia de la Salvación y en nuestra personal historia sagrada.

En la cripta  de la 
Dormición de María -Hagia Sion- 

En el año de mis Bodas de Oro Sacerdotales ha sido un buen regalo de la Comunidad Neocatecumenal en la que estoy. Y le doy gracias, lo mismo que a la Comunidad de Diego de León y al P. Provincial que me permitieron hacer esta Peregrinación.

Peregrinación a Tierra Santa, del 15 al 23 de marzo de 2015. Juan Manuel Álvarez omi.

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