Aquí tenemos el segundo eco del Encuentro de Familia Oblata, esta vez por parte de un laico, Julio Díez (Madrid). Os dejamos un resumen de su crónica, la más detallada que tenemos al momento, y al final ponemos el enlace para acceder al texto completo.
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Julio Díez
El que acudiera a este encuentro, fue una gracia inmerecida que recibí, pues hasta 15 días antes de iniciarse el mismo, no tenía ni idea de que fuese a acudir a él. Fue un impulso repentino el que me llevó a apuntarme para asistir.
Inicié el viaje que, desde un principio, resultó verdaderamente familiar, toda vez que una familia me trasladó en su vehículo a nuestro destino en Jaén. Mi sincero agradecimiento a Raquel y Jaime por haberme tratado con tanto cariño.
El P. Luis María, Director del Seminario Diocesano que nos acogía, nos dio su más cordial bienvenida. A continuación fue Kiky, encargada de la organización del evento, la que nos dio a todos la más cordial bienvenida y nos animó a continuación a que abriéramos nuestro corazón para que, de esta forma, el Señor pueda sorprendernos, y así pudiéramos comprender que su llamada es siempre amorosa y gratuita.
El sábado una emotiva conferencia. Versaba sobre la Humanidad de Jesús y el P. Gilberto con una palabra fácil y muy cercana a los que le escuchábamos, supo transmitirnos y hacernos comprender lo que Cristo como hombre representa para nosotros. A mi concretamente y de manera muy personal fue quizás el acto que más impacto me produjo, no solamente por el contenido, sino también por la exposición tan clara y afectivamente cercana realizada por el conferenciante.
Momentos de preparación para la celebración penitencial
Siguió la Celebración Penitencial y Renovación del Bautismo como redención de nuestra humanidad, según la Humanidad de Cristo. El acto preparado por OMI Aluche resultó de una gran belleza y emotividad. Para muchos fue este el acto culminante y más impactante de todos los realizados a lo largo del encuentro.
La tarde llegó con un testimonio personal presentado de forma muy amena por Raquel, miembro de la familia parroquial de San Leandro, quien con el título de: Las fases del discípulo de Jesús, nos fue contando y desgranando de forma muy emotiva el camino de conversión de los discípulos, referenciándolos a su propio camino de encuentro con Jesús.
Después de este acto asistimos a una Eucaristía, en la que pudimos dar gracias por todos los beneficios que nos venía reportando este encuentro de la Familia Oblata.
El último acto programado en el día que consistió en una Gincana preparada por Kiky en unión de las oblatas, que resultó muy divertida.
El domingo sirvió para hacer una recopilación de lo vivido hasta ese momento y se nos hizo entrega de una encuesta para que pudiéramos exponer lo que para uno había supuesto el encuentro y valoráramos todos los actos que se habían realizado.
Tras este acto nos dispusimos todos a desplazarnos hasta la Catedral en donde celebraríamos la Eucaristía a las 12 de la mañana. Dada la hora asistieron a esta celebración una gran cantidad de fieles jienenses en unión de los participantes de nuestro Encuentro.
Tras la Santa Misa pudimos girar una visita a las instalaciones de la Catedral, siendo guiados por el Párroco Diocesano de Jaén P. Carlos, quien de forma muy didáctica nos fue explicando las características de la Catedral y su Historia.
En uno de los rincones de la Catedral
Tras un viaje rápido y tranquilo, me dejaron en mi hogar donde, ya en la soledad de mi casa pude reflexionar sobre el beneficio recibido al haber participado en este Encuentro de Familia Oblata, prometiéndome a mí mismo el volver a repetir la experiencia, cuando nuevamente se produzca la ocasión.
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