Hno. Gregorio Gómez Peña (1871-1949)
Nació en Villamediana del Lomas (Burgos) el 9 de Mayo de 1871.
Ingresó en el seminario diocesano de Burgos y recibió órdenes menores. A causa de una infección en una pierna tuvo que abandonar la vocación al sacerdocio.
Se casó y al año de casado falleció su esposa y la criatura que había nacido.
En 1906 ingresa en Urnieta y comienza el noviciado para hermano. Emite sus primeros votos el 6 de Enero de 1908.
Hasta su muerte estuvo al servicio del juniorado en Urnieta, Villa Pakea, Hernani y Las Arenas. Realizó siempre menesteres oscuros: limpieza de la casa y servicio de ropería. Casa semana clasificaba y distribuía la ropa de más de cien personas. Durante varios años en una casa que carecía del servicio de agua corriente, el Hno. Gregorio acarreaba agua para la cocina, servicios y limpieza individual.
Nunca se lamentó de nada. De todos era conocida y admirada su humildad, su mortificación y oración. Buscaba oportunidades para hacer visitas al Sagrario y a la Santísima Virgen. Los domingos se pasaba horas y horas en la capilla, siempre de rodillas. Sólo se sentaba o se levantaba cuando lo exigía el acto litúrgico en el que participaba. Era modelo de pobreza y austeridad. Con mucha frecuencia pedía mortificaciones públicas en el comedor.
Los últimos años los pasó enfermo de bronquitis crónica que le obligaba a toser mucho, de hernia que no admitía operación, de debilidad muscular y temblor en las manos.
Nunca se quejó y sólo guardó cama el día de su muerte: el 7 de Enero de 1949. Cuantos le trataron hablaban de él como de un santo.
Ingresó en el seminario diocesano de Burgos y recibió órdenes menores. A causa de una infección en una pierna tuvo que abandonar la vocación al sacerdocio.
Se casó y al año de casado falleció su esposa y la criatura que había nacido.
En 1906 ingresa en Urnieta y comienza el noviciado para hermano. Emite sus primeros votos el 6 de Enero de 1908.
Hasta su muerte estuvo al servicio del juniorado en Urnieta, Villa Pakea, Hernani y Las Arenas. Realizó siempre menesteres oscuros: limpieza de la casa y servicio de ropería. Casa semana clasificaba y distribuía la ropa de más de cien personas. Durante varios años en una casa que carecía del servicio de agua corriente, el Hno. Gregorio acarreaba agua para la cocina, servicios y limpieza individual.
Nunca se lamentó de nada. De todos era conocida y admirada su humildad, su mortificación y oración. Buscaba oportunidades para hacer visitas al Sagrario y a la Santísima Virgen. Los domingos se pasaba horas y horas en la capilla, siempre de rodillas. Sólo se sentaba o se levantaba cuando lo exigía el acto litúrgico en el que participaba. Era modelo de pobreza y austeridad. Con mucha frecuencia pedía mortificaciones públicas en el comedor.
Los últimos años los pasó enfermo de bronquitis crónica que le obligaba a toser mucho, de hernia que no admitía operación, de debilidad muscular y temblor en las manos.
Nunca se quejó y sólo guardó cama el día de su muerte: el 7 de Enero de 1949. Cuantos le trataron hablaban de él como de un santo.
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