Así nos ha visto OMIWORLD (II)
Triduo Santo de los Mártires: 2º día
18/12/2011 España
A las 12:00 de la mañana del día 17 de diciembre comenzó la ceremonia de
beatificación de los Siervos de Dios P. Francisco ESTEBAN LACAL OMI y 21
compañeros Oblatos y del seglar Cándido Castán San José. El lugar fue la
Catedral de Santa María la Real de la Almudena en Madrid. Había que estar al
menos hora y media o dos horas antes del inicio para tener sitio. Pero ni aún
así. A las 10:30 ya estaban ocupados la mayor parte de los bancos. No hay que
decir que luego fueron llegando aún muchos más, por lo que los sitios de la
Catedral sencillamente estaban todos ocupados. Cabe destacar entre los
asistentes a los familiares de los nuevos beatos: hermanos, sobrinos,
sobrinos-nietos y también un hijo y varios nietos del seglar Cándido Castán.
No menos sobrecogedor fue echar un vistazo al grupo de sacerdotes y
obispos: casi 200. Unos 20 de ellos eran obispos. El Cardenal Angelo Amato,
Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presidía la
celebración. Junto a él se encontraban el Cardenal-Arzobispo de Madrid, D.
Antonio María Rouco Varela y el Cardenal-Prefecto de la Congregación para el
Culto Divino, D. Antonio Cañizares. Había dos obispos oblatos: Mons. Michel D.
PFEIFFER de San Angelo, Texas, y Mons. Ramiro DIAZ, obispo emérito del
Vicariato Apostólico de Machiques (Venezuela). Además se encontraban los
obispos diocesanos de las diócesis de nacimiento de los nuevos mártires y
algunos obispos auxiliares.
Los sacerdotes superaban los 150, más de la mitad de ellos eran Oblatos.
En la noche del día 16 habían ido llegando aún muchos más procentes de
distintas partes del globo. El resto eran diocesanos en contacto con los Oblatos
o con los familiares de los nuevos beatos.
Hubo muchos momentos emocionantes. Por supuesto, cuando el Cardenal
Amato leyó el decreto de Beatificación firmado por Benedicto XVI. En ese
momento se descubrió el icono de los ya Beatos y sus familiares trajeron en
procesión palmas, una por cada nuevo Beato, que colocaron en torno al icono. Hubo
muchos sentimientos y más de una lágrima brotó en los ojos de muchos de los
presentes.
La homilía, muy sentida y sencilla, nos presentó la fidelidad a Dios de
los nuevos mártires. “Cuando prescindimos de Dios, perdemos nuestra humanidad”
recalcó Mons. Amato refiriéndose al salvaje asesinato de los Oblatos y Cándido
Castán, así como de otros muchos miles de cristianos en España, tierra de
santos y mártires, como la calificó el Cardenal-Prefecto. Destacó también que
todo cristiano está igualmente llamado a entregar la vida, aunque no se den
circunstancias tan crueles como las que atravesaron los mártires y nos presentó
a los mártires como ejemplo de fidelidad.
El P. General, Louis
LOUGEN dirigió unas palabras de agradecimiento al
final de la celebración a los obispos, religiosos, sacerdotes y laicos
-especialmente los familiares- que asistieron a la celebración y que de
distintos modos han ayudado a que este evento tenga lugar.
Tras ello tuvimos un hermoso encuentro festivo de familia: los Oblatos, Oblatas,
familiares, laicos allegados tuvimos un almuerzo festivo, al que nos
acompañaron también el Cardenal-Arzobispo de Madrid y miembros de la curia
diocesana. El ambiente de compartir fraterno se prolongó durante varias horas.
La alegría inundaba la sala y se oían risas, compartires, confidencias, bromas,
todo ello en un ambiente distendido.
En cada uno de los presentes quedó un sentimiento de acción de gracias a
Dios, que al día siguiente, 18 de diciembre, habría de ser un sentimiento
compartido: habrá una Misa de Acción de Gracias por la Beatificación en la
Parroquia de la Virgen Peregrina de Fátima, de la comunidad oblata de Diego de
León (antigua Casa Provincial de los mártires). Esta será la próxima cita del
Triduo Santo de la Beatificación. (Diego SÁEZ MARTÍN)
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